ALICANTE. El estado de alarma al que ha conducido el covid-19 ha provocado una constante fotografía de las calles, poco transitadas, con una tranquilidad inusual. Pero este casi silencio callejero contrasta con el ruido interno: el rugir de las tripas en una época en la que el estómago pide monas de Pascua. No obstante, la celebración que se liga al hambre de este dulce no está viviendo su mejor año en 2020, debido al confinamiento establecido como medida para frenar la expansión del tan repetido coronavirus.
Es por ello por lo que las panaderías han previsto un considerable descenso en la venta de las tradicionales monas, que incluso se producirán solamente bajo pedido previo. En l'Alacantí, son múltiples los ejemplos que se han visto sacudidos por esta situación, como ocurre con el caso de José Manuel González Lloret —también conocido como Madaleno por su profesión—, panadero autónomo de Mutxamel y propietario de El Forn de la Mestra.
Como se podía suponer, el panadero confirma que "la producción ha bajado bastante" y explica que, si bien en años anteriores sus trabajadores/as y él contaban con "una previsión de venta y un stock general", ahora funcionan bajo demanda, "elaborando únicamente las monas que piden". Con respecto a los encargos que provienen de clientes que no son particulares (es decir, para otras empresas, como algún supermercado) han llevado al empeoramiento de la situación, ya que "muchos clientes han cerrado por miedo, lo que ha provocado que el número de pedidos disminuya de manera notable", repite.