ALICANTE. El centenario de la muerte del pintor valenciano Joaquín Sorolla (1863-1923) se cumplirá el próximo 10 de agosto y la efeméride será conmemorada con una declaración institucional por parte de la Generalitat Valenciana que decretará el 2023 como Año Sorolla. Sin embargo, las instituciones de la Comunitat comienzan a mostrar ya sus proyectos para homenajear uno de sus artistas más emblemáticos. El Museo de Bellas Artes Gravina (Mubag), dependiente de la Diputación de Alicante, ha inaugurado este lunes, 9 de enero, la exposición Sorolla y la pintura valenciana de su tiempo: diálogos y contrastes, que reúne entre sus 115 piezas hasta 18 obras del pintor para describir no solo su trayectoria, sino también el porqué de su pintura y su relación con los creadores de entonces.
La exposición sitúa a Joaquín Sorolla en el panorama artístico del territorio recuperando los antecedentes de artistas que dejaron huella en su obra y relacionándolo con otros coetáneos, así como con figuras subsiguientes de la pintura decimonónica que se vieron influenciadas por la obra del pintor valenciano. "Ha sido un trabajo complejo", sentenciaba Francisco Javier Pérez Rojas, comisario de la muestra. Así, los antecedentes y consecuentes de la pintura de Sorolla se entremezclan con las obras del valenciano para dar una visión amplia de la pintura de la época a través de 115 cuadros, algunos de ellos inéditos, que no se habían expuesto nunca antes en España al formar parte de colecciones de arte de particulares.
La muestra sigue, por tanto, una secuencia narrativa basada en la cronología de las obras del propio autor. Desde la pintura de historia o de aspectos académicos, pasando por la pintura más identitaria, de tintes costumbristas o regionalistas, hasta el paisaje urbano, rural y agreste. Así, Sorolla va centrando los distintos puntos de referencia de todas estas secciones con autenticas joyas como Fiesta valenciana (Sorolla, 1894), que no se había visto nunca antes en España en el último medio siglo. "Es una obra importante, no solo por lo que representa en sí, sino porque forma parte de un periodo de transición en su trayectoria, cuando evoluciona hacia el naturalismo pleno", describe el comisario.
Sus dos generaciones anteriores le allanan el camino y están presentes en la exposición. "Tenía una gran capacidad de síntesis y era mimético en sus inicios, pero sin esos antecedentes de la creación valenciana de las décadas de los sesenta, setenta y ochenta de hace dos siglos, quizá él no habría transitado hacia donde evolucionó", explica. Entre ellos, Ignacio Pinazo, creador de la modernidad valenciana, y otros coetáneos como Santiago Rusiñol, Ramón Casas o Aureliano de Beruete, que están también presentes "porque hay una influencia mutua entre ellos y el propio Sorolla", describe Pérez Rojas.