ALICANTE. Mármol, bronce y acero son los materiales que, tras darles forma de escultura, ya lucen frente al Hospital General de Alicante Doctor Balmis (en la rotonda que cruza la Gran Vía con la calle Maestro Alonso). Se trata de Bocas que vuelan, un verso del poeta oriolano Miguel Hernández convertido en memorial por las víctimas de la covid-19, esculpido por el alicantino Carlos Lorenzo y la viguesa Natalia Ferro, el cual resultó seleccionado entre los catorce proyectos presentados al Ayuntamiento de Alicante para honrar las vidas que la pandemia ha arrebatado.
La escultura a cuatro manos, que se ha inaugurado este lunes 21 de noviembre, está formada por tres elementos: un bloque de mármol crema - marfil, una pieza de bronce y una estructura metálica en acero. Dos de los tres materiales, producidos en la provincia de Alicante (el tercero, en Ourense, Galicia). Precisamente el bloque de mármol se ha extraído de la cantera del monte Coto, en Pinoso, y ha sido la mercantil Levantina quien ha querido colaborar con este proyecto humano aportando la piedra natural local como símbolo de apoyo. Este elemento monumental representa lo tangible, "la unión y la fuerza de todo el pueblo de Alicante que se ha esforzado por salir adelante", ha apuntado la coautora.