¡Sí, hombre, querrán el Castillo de Santa Bárbara! Dijo en este último pleno la Sra. Julia Llopis (PP) acudiendo a una fina ironía para negar a las asociaciones vecinales: a) un espacio municipal para almacenar alimentos que reciben y reparten a los necesitados, y b) un transporte hasta los puntos de reparto en sus barrios.
El Ayuntamiento incurriría en un gasto aproximado de unos 50.000 euros al año, que es menos de lo que Sant Joan dispuso para primera emergencia el año pasado. Sant Joan también ha dispuesto un espacio municipal para el almacenado y embolsado de víveres (esa sería una denominación más ajustada en estos tiempos de pandemia).
La Sra. Llopis dijo NO. ¿Las razones? Una serie de farfullas de no sé qué competencias en colisión con no sé qué administraciones que, de hacerle caso, se están saltando muchos ayuntamientos (también algunos donde gobierna el PP). Es curioso, pero la señora Llopis tiene una habilidad pasmosa para dejar mal al PP de Alicante. En cualquier caso, puras patrañas pueriles porque a la Sra. Llopis le dan dentera las asociaciones vecinales de los barrios deprimidos.
Los socialistas pedíamos la simple cesión de un espacio municipal que sirviera de centro logístico para todas las asociaciones vecinales. Ya lo había apuntado Natxo Bellido (Compromís): los Cines Abaséis podrían servir para ese fin (gracias a que otro alcalde del PP los compró por tres millones para criar telarañas desde hace 15 años, eso también). La ironía es que Ciudadanos, que cogobierna en Sant Joan y en Alicante, aceptó ceder un espacio municipal hace un año y convinieron con Cruz Roja, por lo que la muy sibilina de Julia Llopis los acusó indirectamente de estar saltándose no se sabe todavía qué competencias. Había que ver a Mari Carmen Sánchez (Ciudadanos) la cara que ponía mientras yo desvelaba la incoherencia de su partido. No saben qué pasa aquí al lado.