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acuerdo pendiente del pleno y de su reparcelación

Alicante valida el PAI de las harineras que procura su uso público: los nuevos edificios, listos en 6 años

  • Las instalaciones de Harinas Bufort y Harinas Cloquell, en el barrio de Benalúa. Foto: PEPE OLIVARES

ALICANTE. El Ayuntamiento de Alicante da el primer paso para completar la urbanización del nuevo barrio de Benalúa Sur y, al tiempo, abre el camino para proteger los elementos de valor arquitectónico de las fábricas de Harinas Bufort y Harinas Cloquell con el fin de que tengan un uso público. La comisión de Urbanismo ha dictaminado favorablemente, sin votos en contra, la aprobación del Programa de Actuación Integrada (PAI) de la unidad de ejecución número 2 del sector Benalúa Sur, que afecta a las harineras, con una superficie total urbanizable de 8.355 metros cuadrados, tras el acuerdo alcanzado con las empresas propietarias. Se trata del segundo sector del Plan Parcial, en el que ya se ha concluido la urbanización de su primera unidad de ejecución, en la que se prevé iniciar ahora la construcción de cerca de 600 viviendas distribuidas en once torres residenciales en urbanización abierta.

Como informó este diario, la tramitación del PAI de las harineras arranca en 2003 y se ve desbloqueado ahora, tras 18 años de trámites, a la espera de que pueda quedar ratificado en el pleno ordinario de abril, previsto para la próxima semana. El acuerdo, que convierte a Harinas Cloquell y Harinas Bufort en agentes urbanizadores del sector de manera oficial, recoge el compromiso de que los dos edificios de las industrias harineras, construidos entre 1934 y 1935, pasarán a ser de propiedad municipal, como transferencia de los aprovechamientos urbanísticos que corresponden a la administración, con el fin de que puedan tener un uso público, vinculado a cuestiones administrativas, culturales o deportivos. 

Eso sí, esa adscripción queda pendiente de que se redacte y se apruebe el proyecto de reparcelación, en el que se debe contemplar una redistribución de volúmenes para reubicar las cerca de 143 viviendas que se contempla construir en el PAI. Ahora, en esa reubicación, queda excluida la superficie de los edificios de las fábricas que se consideren que deben conservarse por su valor histórico, como muestra de la arquitectura industrial de estilo racionalista de la época. Como también ha informado este diario, los técnicos de la Concejalía de Urbanismo sopesan todavía varias alternativas para la redistribución de esos nuevos edificios residenciales en los límites del propio Plan Parcial.

El dictamen favorable a la aprobación del PAI ha prosperado con los votos del equipo de gobierno (compuesto por PP y Cs), de PSOE y de Compromís. Unides Podem y Vox, por su parte, se han decantado por la abstención. En principio, todo parece indicar que el resultado de esa votación se reproducirá durante la sesión plenaria. Una vez que se materialice ese paso, el ayuntamiento prevé firmar en diez días un convenio urbanístico con las dos empresas harineras (que además de agentes urbanizadoras, son propietarias del suelo) en el que se regularán las condiciones para el desarrollo del sector. 

Dos meses después, quedará trazado el proyecto de reparcelación donde se determinará los metros de aprovechamiento definitivos que corresponden al Ayuntamiento y que se pretende encajar con la superficie ocupada por las dos fábricas. Será a partir de entonces cuando pueda definirse el destino concreto de los inmuebles a conservar. Una vez determinada la cantidad de techo edificable que le corresponda al ayuntamiento, se decidirá el uso al que irá destinado estos inmuebles. Sea como fuere, como también ha indicado este diario, queda descartada la posibilidad de que los edificios de las dos fábricas puedan quedar vinculados al desarrollo de un Palacio de Congresos en esa misma ubicación. 

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