LA VILA JOIOSA. El Ayuntamiento de la Vila Joiosa ha aprobado concertar un préstamo a largo plazo para inversiones en el municipio, paso previo para poder licitar la operación financiera. Una iniciativa que ha contado con el voto a favor del PP, que necesitaba del apoyo del edil de Gent per la Vila, Pedro Alemany, para llegar a mayoría suficiente puesto que se significaron en contra el resto de partidos de la oposición, que son PSOE, Compromís y Vox. Y como viene siendo habitual, el concejal prestó el voto que faltaba para sacar adelante la propuesta del gobierno local.
El préstamo asciende a 23 millones de euros y entre las condiciones planteadas está devolverlo en 26 años, más dos de carencia, con un interés máximo de 4,3238%. Por lo que podrían llegar a pagar más de 41 millones de euros en todo este tiempo, de los cuales, 18,12 millones de euros corresponderían a intereses, según los cálculos de los socialistas.
Desde el gobierno local, el portavoz del PP, Paco Pérez Buigues, defendió que el préstamo servirá para ejecutar proyectos pendientes, necesarios y productivos, como el colector del Refoio. También contemplan la construcción de la Casa de la Música, el puente sobre el río Amadorio, la urbanización de los accesos al IES Marcos Zaragoza o el desarrollo de varios planes parciales. Así, durante la sesión el edil popular señaló que en su ánimo no estaba esperar a que lleguen las subvenciones para poder ejecutar los proyectos, ni subir los impuestos para incrementar las arcas municipales, por lo que la decisión es financiarse a través de este préstamo bancario. En paralelo, dijo, seguirán pidiendo las ayudas a administraciones públicas para facilitar su ejecución y la devolución del préstamo.
Asimismo, el portavoz de los socialistas, Andreu Verdú, afeó al concejal que asegurara que ya habían agotado los 23 millones de euros de colchón que dejó la legislatura pasada. De este modo, el que fuera alcalde de la localidad insistió en esperar en buscar otras vías, como la colaboración público-privada o conseguir subvenciones para ejecutar estos proyectos, aunque reconoció que sería una tarea complicada sabiendo que las últimas ayudas solicitadas han sido denegadas. Para los socialistas, el endeudamiento del Consistorio compromete el futuro del municipio durante casi tres décadas.
Por su parte, Alemany dijo poner "sentido común" al debate, asegurando que desde que el PP ha llegado al poder el municipio "está creciendo" y apeló a "hacer pueblo" y no quedarse "estancados". Para el edil, que gobernó ocho años junto al PSOE y Compromís, la localidad necesita inversiones, que si no llegan a través de subvenciones, no ve por qué evitar el préstamo. Su intervención culminó con un dardo a su etapa en el gobierno, afirmando que él era partidario de pedir préstamos porque pensaba que estaban quedándose "estancados".
En los proyectos previstos se incluye el colector de aguas del Refoio cuya inversión prevista es de 4,5 millones de euros; la rehabilitación del puente sobre el río Amadorio (1,1 millones); la Casa de la Música (5 millones de euros); urbanización de accesos al IES Marcos Zaragoza (3,5 millones); aparcamiento disuasorio PP4 (330.000 euros); urbanización PP4 (3,2 millones); PP2 conexión avenida Benidorm (250.000 euros); rotonda Kongsberg (1 millón de euros); cementerio (400.000 euros); urbanización Montiboli (800.000 euros); acceso puerto norte (2 millones); fase 3 y 4 Termas (750.000 euros); y alumbrado público (500.000 euros).
El alcalde, Marcos Zaragoza, defendió la propuesta: “Tenemos suficiente capacidad financiera y estamos siguiendo el criterio de prudencia económica que han marcado los técnicos municipales”.
Bono consumo
Otra de las mociones que generó debate en el pleno fue la presentada por el PSOE, que solicitaba crear una partida para rescatar el bono consumo para gastar en el comercio local. Además, pedían que la Diputación de Alicante recupere también la ayuda que daba a los municipios para sufragar esta iniciativa. De nuevo, Alemany y PP votaron en contra para frenar la propuesta que contó con el apoyo de Compromís y Vox.
Para el edil socialista, Kiko Carreres, el bono consumo es una inversión que multiplica su retorno al municipio. Sin embargo, para Pérez Buigues se trata de un gasto que nació en un contexto como medida de choque, la pandemia y el inicio de la guerra de Ucrania que dispararon los precios. Ahora, sin poder usar el remanente de tesorería para derivarlo a esta campaña, aunque municipios como Finestrat han encontrado alternativas, dejan enfriar esta campaña afirmando además que es técnicamente imposible por la fecha en la que se plantea. De igual forma, defendió la puesta en marcha de medidas estratégicas a largo plazo que incentiven el comercio local, como programación en formación digital, plan de desarrollo local, la mejora del entorno o la promoción turística.
La concejal de Compromís, Marta Ronda, se mostró a favor de recuperar el bono consumo, pero también partidaria de que en algún momento termine y se incentive al empresariado local con iniciativas de largo recorrido. Por su parte, el edil de Vox, David Moreno, apoyó la iniciativa del PSOE con el fin de apoyar actuaciones en el comercio local y para las familias que lo usan.
