LLÍBER. Honrar la historia y hacerlo con dulzura. Así se presenta la Fira del Llaurador i l’Escaldà de la Pansa de Llíber, que los días 30 y 31 de agosto recupera la tradición de la pasa de moscatel, motor económico de la Marina Alta durante más de un siglo. El municipio rinde homenaje a su herencia agrícola con un fin de semana de mercado, música, degustaciones y la participación de la Muixeranga de la Marina Alta como principal novedad.
El evento tiene como eje una práctica que marcó la identidad de la Marina Alta: la elaboración de la pansa, que comenzó a exportarse ya en el siglo XVIII, vivió su gran auge durante el siglo XIX y entró en declive en las primeras décadas del XX. Durante la llamada 'edad de oro' de la pasa, Dénia fue uno de los principales puertos de salida, con barcos que partían a diario hacia Inglaterra —además de Francia y Estados Unidos—.

En el conjunto de las exportaciones valencianas se contabilizaban miles y, en algunos años, decenas de miles de toneladas. No en vano, uno de los muelles del puerto dianense se denomina todavía Moll de la Pansa. En el Reino Unido, la pasa de la Marina Alta fue ingrediente habitual en postres y repostería, muy especialmente en el tradicional 'plum cake'.
Y ahora, en Llíber, esa historia se homenajea cada verano en una feria que se consolida tras iniciarse en 2017. El alcalde, José Juan Reus, recuerda que “esta feria empezó en 2017, nos animamos a transmitir la idiosincrasia de la uva moscatel, tan nuestra, en una tradición como la escaldà, para hacer pasas, y poner en valor el trabajo de los agricultores”.

En sus palabras, se trata de un evento que es a la vez didáctico y festivo, en el que el pueblo entero se implica: “En esta feria involucramos mucho a las personas mayores, que conocen la tradición, con distintos colectivos, y es muy participativa”.
Sábado: mercado, música y espectáculo de fuego
La feria abrirá sus puertas el sábado a las 10.00 horas con la inauguración del mercado de productos locales, artesanía y taberna popular. Durante la mañana habrá actividades para todas las edades: desde el divertido 'Quitamalsuplagas' hasta un rocódromo con tirolina, exhibiciones de vuelo de cetrería, paseos de ocas, cuentacuentos y música en directo en la Plaza Diputación.

La tarde dará continuidad a los talleres participativos y propuestas de animación, con artistas de teatro callejero o la degustación de vinos y quesos frente al ayuntamiento. El 'Doctor de la peste', las actuaciones musicales itinerantes y nuevas exhibiciones de cetrería mantendrán vivo el ambiente hasta la noche. La jornada se cerrará con música en directo, otro paseo de ocas y el esperado espectáculo de fuego, antes del cierre del mercado.
Domingo: la escaldà en el Fornet y la tradición viva
El domingo, a primera hora, tendrá lugar el momento central de la feria en el Fornet, punto neurálgico donde se recrea la tradicional escaldà. La jornada arranca con la recogida de doce capazos de la mejor uva de Llíber, que se cargan en tres carros tirados por caballos y mulos hasta el mismo Fornet, procedentes del riu-rau del Ganxo.

Allí, numerosas personas participan en un auténtico ejercicio de turismo experiencial: situando la uva, ayudando en el proceso y viviendo en primera persona una práctica ancestral.
Previo a la escaldà, un grupo de mujeres lliberanas se encarga de preparar la uva. Después, se realizan cortes con una mezcla de agua y sosa para mejorar su hidratación. A continuación, la uva se sumerge en agua hirviendo y se extiende en cañizos, donde se secará bajo el sol para transformarse en pansa.

El trabajo se desarrolla en varias tandas, evocando fielmente el método original. Días más tarde, cuando la pasa está lista para degustarla, se embolsa y se reparte entre quienes participaron en la actividad, un gesto simbólico que refuerza el vínculo entre tradición y comunidad.
Además de esta demostración, el domingo habrá mercado con taberna, animación musical, talleres y artesanía, exhibición de cetrería, espectáculos de calle y actividades para los niños, así como una nueva cata de vinos y quesos en el polideportivo.

La participación de la Muixeranga de la Marina Alta (12.00) será la principal novedad de esta edición, con sus torres humanas como símbolo de esfuerzo colectivo y cultura compartida.
La jornada culminará de nuevo con música en directo y el espectáculo de fuego como cierre del fin de semana.

Con esta programación, la Fira del Llaurador i l’Escaldà de la Pansa se confirma como un evento único para redescubrir la herencia agraria de la Marina Alta y disfrutar de un ambiente festivo que une historia, tradición y diversión para todas las edades.