DÉNIA.- La Marina Alta volverá a salir a la calle para reclamar aquello que es de todas: unos servicios sociales públicos, dignos y adaptados a las necesidades de la comarca. "La situación es insostenible", denuncian la plataforma Som Marina Alta. El centro de día de Gata está prácticamente acabado, pero el gobierno del PP quiere entregar la gestión a una empresa privada, convirtiendo un recurso esencial en un negocio. La nueva residencia de Dénia, imprescindible para atender la creciente demanda de plazas públicas, lleva años encallada y hoy continúa sin fecha ni compromiso firme por parte del Consejo, según denuncia la plataforma Som Marina Alta.
"La comarca arrastra una realidad que golpea directamente las familias: falta de infraestructuras, carencia de apoyo público y un modelo que obliga muchas personas a pagar cantidades inasumibles en centros privados o a asumir ellas mismas las curas. El Pla Convivint preveía un mapa completo de servicios sociales para la Marina Alta —centros de día, residencias y recursos especializados— pero con el actual gobierno del PP muchos de estos proyectos están paralizados, invisibilizados o directamente olvidados", critica la pataforma.
"El centro de día de Gata, la residencia de Pedreguer, el centro de día de Calp o Xaló, los centros CEEM y CRIS y la segunda residencia de Dénia y otras equipaciones sociales son piezas esenciales para garantizar que las personas mayores y dependientes reciben una atención digna y accesible. Sin estos recursos, la carga recae sobre las familias, que se ven obligadas a renunciar a jornadas laborales, pagar servicios privados o hacer frente a situaciones imposibles", censura el colectivo.
Ante este abandono, Som Marina Alta hace un llamamiento a toda la ciudadanía, asociaciones, colectivos y entidades de la comarca a participar en la manifestación del viernes 28 de noviembre a las 19.00h en Gata de Gorgos para dejar claro que los servicios sociales no pueden estar al dictado de las empresas ni de la rentabilidad económica: tienen que ser públicos, de calidad y garantizados por ley.
La comarca ya demostró en el pasado que sabe defender la sanidad pública, y ahora está preparada para levantar la voz de nuevo. El 28 de noviembre, el mensaje será claro: los servicios sociales públicos son un derecho, y la dignidad de nuestra gente no se negocia.