DÉNIA. En un acto marcado por la emoción, el compromiso y la crítica constructiva, el Cercle Empresarial de la Marina Alta (CEDMA) celebró este jueves la XVII edición de sus premios anuales, reconociendo la trayectoria y aportación de destacadas figuras empresariales de la comarca: Javier Gil, Luis Silvestre, Abahana Villas y Almendras Artigues.

Durante su intervención, el presidente de CEDMA ofreció un discurso en el que alternó el agradecimiento a los asistentes y galardonados con una firme reivindicación del papel del empresariado en la sociedad actual. Citando a Winston Churchill, recordó que el empresario es muchas veces incomprendido y reclamó una mirada más justa y constructiva hacia quienes generan empleo, riqueza y oportunidades.

Críticas al funcionamiento de la Administración Pública

Uno de los ejes del discurso fue la crítica a la ineficiencia de la Administración pública. Con una anécdota ficticia sobre un café que tarda dos años en servirse —como metáfora del tiempo que demoran trámites como licencias de obra o actividades empresariales—, denunció que los empresarios cumplen con sus obligaciones fiscales pero no reciben servicios públicos acordes. “Estamos pagando por un servicio que no recibimos de forma eficaz”, afirmó, pidiendo una Administración más ágil, moderna y comprometida con el desarrollo económico.

El presidente también apuntó a la falta de ejecución presupuestaria, señalando que muchas veces ni siquiera se alcanza el 50% en inversiones previstas por las diferentes administraciones, sin distinción de signo político.

Urbanismo, vivienda y agricultura: retos clave

En su repaso a los principales retos comarcales, puso el foco en la necesidad urgente de actualizar los planes urbanísticos —algunos con hasta 40 años de antigüedad— y dinamizar la gestión de licencias. Destacó que esta lentitud administrativa impide atraer inversiones y genera un cuello de botella que perjudica la creación de empleo y la mejora de infraestructuras, incluyendo accesos fundamentales como el del puerto de Dénia.

En cuanto al acceso a la vivienda, cuestionó la narrativa que responsabiliza al alquiler turístico de la escasez de alquiler anual. Defendió que el problema real es la falta de vivienda pública, la pérdida de poder adquisitivo y la inseguridad jurídica que enfrentan los propietarios. “En nuestra comarca, esas excusas no se sostienen”, subrayó, instando a hablar de soluciones reales en lugar de buscar chivos expiatorios.

Asimismo, reafirmó el compromiso de CEDMA con la recuperación de la agricultura como vía de desarrollo rural, prevención de incendios, protección paisajística y valor turístico. En este sentido, avanzó que el próximo proyecto comarcal con la UNED girará en torno a la viabilidad de la agricultura en la Marina Alta.

Movilidad comarcal: propuesta de autobús eléctrico

Entre los anuncios más relevantes, presentó la propuesta impulsada por CEDMA para un sistema de autobús eléctrico comarcal, como alternativa viable y sostenible al histórico y estancado proyecto del tren. “No es la solución óptima ni definitiva, pero es factible, replicable y urgente”, indicó. Se trata de un modelo concesional que podría conectar de forma eficiente las poblaciones del interior con un coste asumible. “Ya hemos puesto la propuesta sobre la mesa; ahora falta que la Administración nos acompañe”, concluyó.

Educación, formación y alianzas

En un tono propositivo, el presidente reivindicó la necesidad de mejorar la conexión entre el mundo educativo y el empresarial. Anunció colaboraciones con centros educativos como el IES Maria Ibars de Dénia y la UNED, con el objetivo de que los jóvenes accedan a experiencias reales en empresas y salgan mejor preparados al mundo laboral.

Asimismo, enumeró diversas alianzas estratégicas que la Federación mantiene con entidades como EDEM, ESIC, universidades, entidades bancarias y clubes empresariales, como el Club de Empresas del Levante UD, con quien recientemente han firmado un convenio.

Defensa del empresariado responsable

El discurso finalizó con una defensa firme del empresariado comarcal: “Estamos cansados del tópico del empresario desalmado. Las empresas tienen que ganar dinero para que la sociedad funcione. Ojalá ganemos todos, y se gestione bien”. Reivindicó que sin empresas no hay sostenibilidad, ni cumplimiento de los ODS, ni desarrollo posible.

Agradeció especialmente a su junta directiva y a los socios de CEDMA, animándoles a seguir participando activamente: “CEDMA no soy yo, CEDMA somos todos”, concluyó entre aplausos.