ELCHE. Según el colectivo ecologista, la prueba transcurrió en gran parte por terrenos forestales con especies sensibles y en zonas con alto riesgo de erosión por las que este tipo de pruebas no debieran nunca autorizarse. “La prueba ha transcurrido por tramos con elevadas pendientes, superiores incluso al 15%, con grave riesgo de aparición de fenómenos erosivos. Recordamos que vivimos en una zona de las de mayor riesgo de padecer erosión de todo el estado, cualquier actividad humana que conlleve deterioro de la capa fértil del suelo debiera reducirse al máximo, mucho más si se trata de circulación de vehículos”, afirma Manuela Campello, integrante de Margalló.
“Además, la zona por la que se ha autorizado la prueba alberga especies vegetales y animales protegidas y muy sensibles a las molestias que una prueba de esta índole puede originar. Se ha autorizado, por si fuera poco, cuando todavía hay especies que no han acabado su período reproductor, lo que resulta inaceptable. Promocionar estos lugares con pruebas de este tipo, cuando su nivel de protección es mínimo y el control ambiental prácticamente no existe es un gravísimo error”, afirma.