ALICANTE. Las instalaciones de la antigua clínica Mare Nostrum de Alicante en Playa de San Juan vuelven a estar en el foco del sector sociosanitario veinte años después de su cierre. La propiedad del inmueble -la sociedad que lo asumió tras alcanzar un acuerdo con la Sareb- mantiene abierta negociaciones con un grupo inversor interesado en adquirir el edificio con el fin de recuperar parte de su estructura, o acondicionar nuevas dependencias sobre la parcela, para habilitar un nuevo centro asistencial, según fuentes consultadas.
De hecho, esa compra incluye la participación de otro actor de relevancia: la compañía especializada en desarrollar espacios sociosanitarios y hospitalarios Thor Spain que ya ha impulsado un primer edificio asistencial destinado a la tercera edad en el antiguo emplazamiento de la sede provincial de Cruz Roja de la Avenida de Novelda, ahora en su última fase de construcción.
La operación de compra de la antigua clínica Mare Nostrum queda sujeta, ahora, a un último trámite consultivo, en busca de garantías de que la nueva propuesta que se pretende promover resulta viable desde el punto de vista de su encaje urbanístico. En principio, todo parece indicar que así es, ya que la parcela en la que se encuentra el edificio tiene la condición de suelo terciario de uso sanitario asistencial en la delimitación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) actual.
Es más, incluso en la revisión de ese planeamiento que llegó a promoverse durante el mandato 2011-2015 (del que finalmente se acabó desistiendo) también se mantenía esa misma calificación al compatibilizarse también con un uso terciario residencial, lo que habría dado cabida a una residencia para la tercera edad, por ejemplo. Es decir, justo el planteamiento que ahora perseguiría Thor.
Por el momento, no ha trascendido el importe de la posible venta ni el nombre de la sociedad compradora, ya que las negociaciones están sujetas a compromisos de confidencialidad. No obstante, lo cierto es que, en el caso de que acabase fraguando, permitiría poner fin a la situación de abandono del edificio, que ha acabado convirtiéndose en un foco de conflictividad en el vecindario.