ALICANTE. Nueva propuesta para dar vida al fallido proyecto de hotel frente a la playa de La Albufereta. Y, además, con el impulso de promotores con peso específico: una de las sociedades de los antiguos propietarios en solitario de La Escandella, que todavía asumirían un porcentaje minoritario de la compañía después de que, en 2022, la mayoría de sus títulos pasasen a manos del grupo francés Edilians Bidco, propiedad del fondo de inversión Lone Star.
En concreto, la empresa Cerámica Román Brotons, vinculada a la familia Román, acaba de iniciar los trámites necesarios para completar las obras del edificio que quedaron inacabadas por su promotor original con el fin de transformar el inmueble -situado a los pies de la Sierra de San Julián, y con fachada en la rotonda de La Isleta- en un apartahotel que estaría provisto de 65 habitaciones, frente a las 47 estancias con las que se planteó la construcción del hotel original, que se pretendía de cuatro estrellas.
En esta línea, la nueva iniciativa requiere de la consecución de otra licencia de obra que permita concluir los trabajos de edificación pendientes y adaptar el inmueble a los nuevos requisitos normativos que regulan la actividad arquitectónica, introducidos desde que se inició su construcción, tras la primera licencia que se concedió en 2004 a la empresa que impulsó el proyecto primigenio: la promotora Torre Alicante SL.
Veinte años después, Cerámica Román Brotons prevé recuperar y actualizar el edificio con el mismo fin para el que fue concebido originariamente: el alojamiento turístico. Todo, después de haber adquirido el inmueble a la Sareb, en una operación intermediada por Hipoges, a través de su sociedad especializada Domus Residencial Services, que se hizo pública el pasado mes de julio.