BENIDORM. Acaba el año 2022, donde la recuperación del turismo en la Marina Baixa es cada vez más visible a pesar de las diferentes amenazas que tiene el turismo, la industria principal de la comarca. Tras la pandemia, la crisis derivada de la invasión rusa a Ucrania ha llegado para dejar precios prohibitivos que perjudican a los ciudadanos. Como es habitual por estas fechas, Alicante Plaza hace un repaso de las noticias que más impacto ha tenido entre los lectores del diario para esta sección, en el que el líder absoluto ha sido la situación del agua.
En marzo de este año, tras un episodio de lluvias fuerte, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) se planteaba la apertura de las compuertas del embalse de Guadalest, que lleva acumulados 700 litros por metro cuadrado en el acumulado del mes de marzo. Además, como consecuencia de estas precipitaciones, el Ayuntamiento de Altea tomaba medidas de prevención por la posible crecida del río.
Otro de los asuntos que han dado que hablar como viene siendo habitual es el urbanismo de Benidorm. En este caso, la compensación que tendrá que pagar la cadena hotelera Poseidon para materializar la ampliación del hotel Poseidón Playa: un millón de euros para incrementar la edificabilidad con una torre nueva. Una herramienta urbanística a la que se han acogido varios empresarios de la localidad con el fin de mejorar sus instalaciones y subirlas de categoría ampliando los espacios comunes y las habitaciones.
En tercer lugar, el bar de la isla de Benidorm, que siempre genera debate en la actualidad de la ciudad. En este caso, una nueva sentencia por la que el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Alicante desestimaba en febrero el recurso interpuesto por los responsables del comercio. El juez consideraba que el Consistorio no tiene competencias para otorgar la licencia de apertura del establecimiento, como así demandaban los peticionarios.