VALÈNCIA. La fiebre por Guns N'Roses me pilló con la aparición del single de You could be mine de Terminator 2. Vi la película en los multicines de La Vaguada, en Madrid, porque en su sala de máquinas tenían la recreativa de Los Simpson con cuatro mandos y jugar todos los amigos a la vez era una fiesta loca. Cuando se acabó la película de Schwarzenegger me llamó la atención que muchísima gente, en los créditos, se acercaba a la pantalla para oír mejor la canción. Esa escena siempre me ha rondado la cabeza. La película se estrenó en diciembre y el 9 de julio en el índice TVE/AFYVE la canción de Guns que la acompañaba ya figuraba en el  número uno. El dos, por cierto, era Así me gusta de Chimo Bayo, que en las listas aparecía como Chino Bayo. Y acababa de entrar en el diez Añón, la verdad es que Nothing like your love sí que era un temazo, sobre todo en castellano, Dime Corazón. 

Viendo el resto de la lista, con Antico, Crystal Waters, Heavy D. & The Trascendental o The KFL, lo que recuerdo con nitidez es cómo se produjo la división en la pandilla de jugar al fútbol entre los que tiraron por música para las salas de baile (posiblemente los que mejor se lo pasaron) y los que nos introdujimos en el mundo del rock de la mano de GnR (los que más chapa damos) Prueba de lo pesados y afectados que éramos, esos chicos que se acercaban a la pantalla, cuando los créditos de la película, para escuchar una canción de su grupo favorito que también estaba sonando en las radios; o, mejor dicho, para que se viera que estaban escuchando la canción de su grupo favorito.