PETRER. En el municipio alicantino de Petrer es especialmente relevante para la memoria histórica de la II República y la Guerra Civil española. Allí se puso punto final. En la finca El Poblet, última sede oficial del régimen y última casa en España de Juan Negrín, el último presidente republicano. Desde el aeródromo de El Hondón, en una pedanía de la localidad vecina de Monóvar, volaron al exilio quienes trataban de resistir con resignación. Y en esos dos municipios tan simbólicos han puesto el foco los documentalistas Isabel Ginés y Carlos Gonga, que tratan de arrojar luz sobre las cuestiones que aún quedan sin resolver para los últimos supervivientes de la masacre civil que supuso la guerra.
Estos dos especialistas en memoria histórica vienen investigando desde hace años las atrocidades de la represión franquista en Monóvar, cuyas muertes se cifran en hasta 26 personas fusiladas por causas distintas, con sus cadáveres arrojados a la fosa común del cementerio municipal. Según el trabajo plasmado por los documentalistas hace un año, aquellos restos mortales se perdieron tras unas obras de acondicionamiento de la zona en 1988, coordinadas por el Ayuntamiento de Monóvar. Pero el fotodocumentalista valenciano Carlos Gonga y la periodista castellonense Isabel Ginés trataron de reparar el daño de la pérdida de esos restos óseos con un documental de homenaje a las víctimas.