VALL D'EBO (EFE).- Las intensas lluvias que se registran desde anoche en algunos puntos del interior de la provincia de Alicante, con registros por encima de los 100 litros por metro cuadrado, ha provocado el arrastre de gran cantidad de ceniza de la zona asolada el pasado verano por el incendio forestal de la Vall d'Ebo, que calcinó más de 11.000 hectáreas.

Según el Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante (UA) esto ha ocurrido, por ejemplo, durante la mañana en el Gorg del Salt y también en el barranc de l'Encantada a su paso por Catamarruch, ambos en el término de Planes, en la comarca de El Comtat, donde hasta ahora se han recogido 118 litros.

En esos lugares las precipitaciones han originado ramblas con bastante agua de un llamativo color oscuro, lo que se debe a que las corrientes arrastran una gran cantidad de ceniza de las zonas que ardieron en el incendio de Vall d'Ebo, que durante dos semanas en agosto de 2022 calcinó 11.300 hectáreas.

Ese gran incendio, provocado por un rayo, llegó a tener un perímetro de fuego de 100 kilómetros y obligó a desalojar a unas 1.500 personas.