ALICANTE. Es un patrimonio que no se ve, pero se escucha. Así es la música que emana de las bandas y que forma parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Comunitat Valenciana. Agrupaciones musicales que cobran especial relevancia durante los días grandes de las fiestas patronales, como ocurre en Fogueres.
«La Comunitat Valenciana es tierra de músicos, y el fenómeno de las bandas de música es único en el mundo», afirma ensalzando su importancia José Ángel Espinós, presidente provincial de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana (FSMCV) y presidente de la Sociedad Musical La Paz, de Sant Joan d'Alacant, quien, además, se cuelga al cuello el saxofón.
De hecho, el número de bandas no se corresponde con el de municipios alicantinos, que son 141, sino que lo sobrepasa: «Hay más bandas que pueblos en nuestra provincia y eso es un tesoro para el mundo festero, incluido el de Fogueres», confirma.
Durante la celebración de la fiesta de Fogueres se desplazan a la ciudad «tantas bandas como comisiones», para brindarles acompañamiento musical. Según ha contado Espinós, «no hay comisión que no disfrute de una banda, aunque solo sea para los desfiles del centro, para una pequeña despertà o para un pasacalles por el distrito».
Dentro de esa cantidad de bandas que habita Alicante durante sus días grandes, «más del 95% son de la provincia», ha cuantificado, matizando que es una estimación, ya que no se cuenta con el dato real. Además de la procedencia dentro de las fronteras de la terreta, hay «alguna agrupación que proviene de las provincias limítrofes como Murcia y Valencia».
La Entrada de Bandas es uno de los actos más grandes que protagonizan las agrupaciones musicales. Este año se ha celebrado el 8 de junio, adelantándose con respecto a su fecha habitual por coincidir con los Moros y Cristianos de Elda, localidad que también se ha visto obligada a reubicar sus fiestas al coincidir a su vez con las elecciones europeas.
Al preguntar a Espinós sobre los aspectos que se valoran en la Entrada de Bandas, ha asegurado que «el jurado siempre tiene una difícil toma de decisión, ya que hay un elenco de una docena de bandas que desfila con gran elegancia, con sus mejores repertorios y todas ellas con más de sesenta o setenta músicos en sus filas», añadiendo que «normalmente, la decisión se decanta con la formación de las comisiones».
En dicho evento se reparten siete premios principales, que recaen exclusivamente en las bandas, «aunque alguna dolçaina puede integrarse en la formación, si el repertorio lo requiere», ha matizado el también músico. Además, se concede un premio a la banda de música de barraca y tres premios a las bandas de las collas.