ALCOI. La artista nacida en Catral María Penalva, alias ‘Alissia’, ha inaugurado en su segunda casa, Alcoy, la colección ‘Brujas y furias’, un proyecto de investigación donde se dan cita todo un elenco de diosas mitológicas, muchas repudiadas, que intentan actualizar el derecho matriarcal perdido hace siglos. Se puede visitar hasta el 29 de noviembre en el Centre Ovidi Montllor, calle Vistabella número 8.
Vomitan flores que les desgarran el alma como espadas, expulsando por fin las palabras que se han tenido que tragar a la fuerza por la memoria colectiva engañada. El objetivo de Alissia es plantear “una lectura alternativa de la figura de la bruja en clave feminista” desde la interpretación artística, como explica la comisaria y doctora en Arte de la Universidad Miguel Hernández, María José Zanón. Una transcripción histórica manipulada por el miedo de los hombres al poder y sabiduría femeninos. Entre las figuras imposibles (o no) y mágicas, englobadas en una serie de creaciones más amplia como es #monstruas –del famoso ‘Bestiarium Femineum’-, las siguientes: desde la bruja en su sentido más puro, a la “fetillera” (“hechicera” en castellano), pasando por la arpía.
La exposición se organiza, además, en dos series especiales: por un lado, las brujas botánicas, como Érica, Romero o la propia María Penalva, mientras que la segunda hace mención a la bruja primigénia, la que lleva la autenticidad en su sello de fabricación. Aquí, un arma de poder, el órgano sexual femenino, que atrapa a la vez que combate a Odiseo, en formato ‘cerdo-cadáver’. Ella es Circe, la hechicera que vivió en la isla de Eea, que se representa como una diosa felina ensalzando términos como la teoría ‘queer’, el poder social, mágico, económico, el control del cuerpo, de los afectos y la resistencia anticolonialista. La mujer trenzada llega a la actualidad revelándose contra el dolor que le ha mantenido durante tantos siglos atada hacia Odiseo bajo la falsa creencia del amor. Yace en su lecho, recreado por la artista, acompañado de brebajes y pócimas tan necesarias después de una noche con el hombre que la hace sentirse un poco más muerta, y que encima le deja un recordatorio, nuestro Whatsapp actual, para que no se olvide de volver a él. La diosa felina tendrá que volver a organizar su habitación para compensar a sus descendientas.