ALICANTE. La tapería La Boya es un mítico establecimiento hostelero de la playa de la Albufereta de Alicante. Lleva cuatro décadas anclada en el número 19 de la avenida Condomina, sirviendo desde allí a decenas de vecinos y visitantes cada día. Centenares cuando es fin de semana o en plena temporada alta. Local que ha estado regentado desde el primer día por Vicente Aguilar, un manchego que recaló en la terreta cuando supo que se quedaba libre ese espacio, durante la primavera de 1984. Vio ahí una oportunidad de negocio y, desde Alemania, donde había emigrado junto a su mujer, María Pantano, se trasladó con toda la familia hasta Alicante para iniciar el proyecto.
“Mis padres supieron la noticia en Alemania y echaron para adelante”, relata Sandra Aguilar, hija del fundador del establecimiento, que por eso cuenta con nacionalidad alemana. “Yo tenía un año y medio cuando vinimos; entonces empezó como un bar de menús”, recuerda. Desde aquel momento hasta ahora han pasado casi cuarenta años en los que ha formado parte del paisaje playero de la ciudad. Sin embargo, en pandemia, Vicente quiso vender, pero entonces sus hijos optaron por hacerse cargo del negocio para que se siguiera manteniendo su arraigo familiar. Ahora es ella quien regenta la tapería junto a su hermano, Giuseppe Aguilar.
