VALÈNCIA (EP). Las autoridades de la Franja de Gaza, controladas por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), han denunciado este miércoles que los ataques perpetrados por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) contra el norte del enclave se han cobrado la vida de al menos 14 personas, todo ello en el marco de la reanudación de los ataques israelíes y que rompen el alto el fuego acordado a mediados de enero.
Los bombardeos israelíes sobre la ciudad de Beit Lahia, en el norte de la Franja de Gaza, dejando además decenas de heridos, según informaciones recogidas por el diario palestino 'Filastín', afín a Hamás. Previamente las autoridades gazatíes habían informado de otros 14 muertos por los ataques de Israel en varios puntos de Gaza.
El Gobierno de Israel ordenó el martes al Ejército que adoptara "medidas enérgicas" contra Hamás después de el grupo palestino haya "rechazado todas las ofertas" de los mediadores en el marco del acuerdo de alto el fuego y ante sus supuestos preparativos para lanzar ataques, si bien el grupo ha negado que estuviera planificando asaltos y ha afirmado incluso que había llegado a aceptar el plan presentado por el enviado estadounidense para Oriente Próximo, Steve Witkoff.
La propuesta de Estados Unidos, que ha aceptado la postura de Israel de extender la primera fase del alto el fuego, contemplaba una prórroga de esta etapa durante varias semanas a cambio de la liberación de cinco rehenes, si bien postura negociadora de Hamás llevó a Israel a cortar la entrada de ayuda humanitaria a Gaza y cortar el suministro eléctrico, en medio de advertencias de las autoridades estadounidenses sobre una posible respuesta militar.
Hamás ha insistido en ceñirse a los términos originales del acuerdo, que debió entrar hace semanas en su segunda fase, incluida la retirada de militares israelíes de Gaza y un alto el fuego definitivo a cambio de la liberación del resto de rehenes que siguen con vida, si bien Israel ha dado marcha atrás y ha insistido en la necesidad de acabar con el grupo, negándose a iniciar los contactos para esta segunda etapa.
Ataques en el centro de la Franja
Naciones Unidas ha confirmado este miércoles la muerte de uno de sus trabajadores internacionales a causa de un ataque contra uno de sus complejos en la ciudad de Deir al Balá, en el centro de la Franja de Gaza, un suceso achacado por las autoridades gazatíes al Ejército de Israel, que se ha desvinculado de lo sucedido, en medio de su nueva oleada de bombardeos contra el enclave, que deja más de 430 palestinos muertos desde el martes.
El director ejecutivo de la Oficina de la ONU de Servicios para Proyectos (UNOPS), Jorge Moreira da Silva, ha señalado en rueda de prensa que el fallecido es miembro del organismo y ha agregado que otros cinco integrantes del equipo han resultado heridos de gravedad, al tiempo que ha apuntado que es posible que una segunda persona, no integrante del organismo, haya fallecido a causa del ataque.
Así, ha especificado que el complejo, en el que están los alojamientos del personal de la UNOPS, ha sido alcanzado en torno a las 11.30 (hora local) y ha recalcado que "este incidente llega tras bombardeos ayer y hace dos días", a pesar de que se llevaron a cabo "actividades" para trasladar al Ejército de Israel la naturaleza de las instalaciones.
"Estas instalaciones eran bien conocidas por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI)", ha dicho Moreira da Silva, quien ha incidido desde Bruselas en que había garantías de que estaban al margen del conflicto. "Todo el mundo sabía quién trabajaba dentro de las instalaciones. Era personal de la ONU, de UNOPS", ha lamentado.
En este sentido, ha manifestado que "por ahora no hay confirmación sobre la naturaleza del incidente", si bien ha apuntado que "la instalación está en una zona aislada". "No hay otros edificios cerca. Era una instalación muy bien conocida", ha reiterado, al tiempo que ha recalcado que "un explosivo fue lanzado o disparado contra la infraestructura y estalló en el interior del edificio".
"Por ahora no sabemos qué tipo (de explosivo) era. No sabemos si fue un arma lanzada desde el aire, si fue artillería o un proyectil", ha indicado Moreira da Silva, quien ha afirmado que se ha abierto una investigación para intentar esclarecer el suceso, que ha desvinculado de cualquier actividad de desminado por parte del equipo del organismo internacional.
"Parte de mi equipo en Gaza lleva a cabo acciones de desminado y retirada de explosivos. No es el caso", ha aseverado, antes de reiterar que "se trata de un explosivo lanzado o disparado contra las instalaciones, alcanzadas ayer y de nuevo hoy". "En mi opinión, esto no es un accidente. Es, al menos, un incidente", ha criticado.
De esta forma, ha sostenido que "lo que está sucediendo en Gaza es inadmisible". "Estoy conmocionado y devastado por esta trágica noticia. Visité Gaza hace tres semanas. Estuve en contacto con mi equipo. Vi la absoluta dedicación de mi equipo en Gaza. Ellos y otros trabajadores e instalaciones de la ONU nunca debería ser objetivo de ataques", ha lamentado.
Moreira da Silva, que ha trasladado sus condolencias a los familiares de las víctimas, cuyas identidades o nacionalidades no ha desvelado, ha recordado que "los ataques contra instalaciones humanitarias suponen una violación del Derecho Internacional", antes de hacer un llamamiento a "retomar el alto el fuego, restablecer el acceso sin restricciones de la ayuda humanitaria y liberar sin condiciones al resto de rehenes".
Por otra parte, ha indicado que la UNOPS trabaja en Gaza "entregando y distribuyendo combustible". "Es mi equipo el que aprueba los envíos de camiones a Gaza y el que supervisa los camiones fuera y dentro de Gaza, además de llevar a cabo acciones de desminado", ha manifestado.
"Hemos estado en Gaza y trabajado para la gente desde hace un año y medio", ha destacado, antes de recordar que otro miembro de la UNOPS murió el año pasado en otro ataque contra la Franja. "Es muy difícil operar en Gaza, donde hay un inmenso sufrimiento humano", ha señalado, antes de lamentar que el Derecho Internacional Humanitario "no es respetado".
"Ahora estoy totalmente concentrado en apoyar a mi equipo, a mis colegas, y en garantizar la evacuación segura de los heridos en estado grave", ha explicado Moreira da Silva, quien ha reconocido que este ataque "supone un daño significativo a la moral" del organismo. "Tenemos que quedarnos, tenemos que apoyar a la gente. Estamos allí para dar servicio a la población", ha zanjado.
Negativa de Israel
Ante las denuncias sobre el ataque contra el edificio de la ONU, el Ejército de Israel se ha distanciado de las acusaciones y ha afirmado que "las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) no atacaron una sede de Naciones Unidas en Deir al Balá". "Las FDI piden a los medios de comunicación que tengan cautela con los informes no verificados", ha apuntado en un breve mensaje en su cuenta en la red social X.
El bombardeo ha sido condenado por la oficina de prensa de las autoridades gazatíes, que ha acusado a Israel de "cometer un crimen horrible al atacar a personal de Naciones Unidas en la Franja de Gaza" y ha solicitado "una investigación internacional urgente en torno a este crimen".
Asimismo, Hamás ha denunciado el "crimen atroz" perpetrado por Israel al "atacar una sede usada por trabajadores extranjeros de agencias de la ONU en Deir al Balá", antes de agregar que "se enmarca en el contexto de la política sistemática de la ocupación de atacar a civiles y trabajadores humanitarios para aterrorizarlos y disuadirlos de cumplir su labor humanitaria con el pueblo, ahondando la catástrofe humanitaria en la Franja de Gaza".
El Ejército israelí reinició el martes sus bombardeos contra la Franja, dejando hasta ahora más de 430 muertos, entre ellos más de 180 niños, y cientos de heridos, rompiendo así el alto el fuego en vigor desde el 19 de enero, lo que ha desatado una oleada de críticas internacionales.
El Gobierno de Israel ordenó al Ejército que adoptara "medidas enérgicas" contra Hamás después de el grupo palestino haya "rechazado todas las ofertas" de los mediadores en el marco del acuerdo de alto el fuego y ante sus supuestos preparativos para lanzar ataques, si bien el grupo ha negado que estuviera planificando asaltos y ha afirmado incluso que había llegado a aceptar el plan presentado por el enviado estadounidense para Oriente Próximo, Steve Witkoff.
Hamás ha insistido en ceñirse a los términos originales del acuerdo, que debió entrar hace semanas en su segunda fase, incluida la retirada de militares israelíes de Gaza y un alto el fuego definitivo a cambio de la liberación del resto de rehenes que siguen con vida, si bien Israel ha dado marcha atrás y ha insistido en la necesidad de acabar con el grupo, negándose a iniciar los contactos para esta segunda etapa.