ALICANTE. Esther Alonso es General Manager de Networkeando, un espacio de networking colaborativo en esencia pura, que funciona en Alicante. Es una de las cuatro coordinadoras de este proyecto que busca, a través de reuniones mensuales y distendidas, crear lazos de unión entre emprendedores de cualquier sector. Los desayunos, en la sede cedida de ULab, son la forma en la que tratan que surja la unión entre más de 700 participantes que se pueden reunir, compartir y apoyar entre ellos. Un lugar donde, sin cuotas, se pretende propiciar que fluya la creatividad y que de forma natural, con el contacto, se creen sinergias entre emprendedores de la provincia. A través de charlas quieren que el sector empresarial, paso a paso, crezca en base a un grupo colaborativo y humano.
¿Qué es Networkeando?
La idea de Networkeando es, precisamente hacer un networking diferente en la provincia. Es habitual encontrarnos grupos de trabajo endogámicos, que cobran cuotas, o que solo dan cabida a personas del mismo sector. Creemos que no tiene sentido lucrarse con ello ni poner límites con Networkeando. El valor está en sí mismo, en lo que pueda fructiferar de los encuentros y ahí tiene cabida cualquiera. Lo que queremos es que quienes acuden a las reuniones, desayunos, cada mes, no se sientan apurados si no pueden ir un día. Se quiere conseguir que el grupo fluya, se crean sinergias, se ayuda, se incentiva la colaboración entre grupos. Creemos que hay que cuidar las relaciones por que hoy con transformación digital, hay que pensar en planes con mayor proyección. Cualquier persona, a través de las redes de Networkeando puede ser tu prescriptora, te puede recomendar. Lo imprescindible es cuidar y tejer redes. Siempre preguntamos preguntamos a los emprendedores "¿En qué podemos ayudarte?" y nuestro lema, es que hacemos networking sin cuotas ni vetos.
¿Por qué se implanta Networkeando en Alicante?
En 2005 acabé la carrera y me fui a Madrid. Tras diez años de experiencia empresarial, en 2015 regresé a Alicante. En ese momento yo no conocía cómo funcionaba el tejido empresarial en la ciudad. Así que empecé a moverme en redes de networking. Un compañero también me metió en un grupo de whatsapp con más personas dentro del mundo emprendedor, pero todas las relaciones se daban en el ámbito digital. Planteé la posibilidad de ponernos cara, y tuve la surte de que ULab, con quien ya tenía contacto, nos cedió su auditorio, de forma gratuita, para que nos encontráramos en sus instalaciones. Se prestó a ello. La primera vez que nos juntamos en esa quedada fue en febrero de 2017, como un experimento. En esa primera reunión se gestó la periodicidad de los encuentros, el modo, decidimos que fuera una vez al mes, los miércoles. Y ULab sigue cediéndonos el espacio desde entonces.