MADRID (EP). El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha iniciado este viernes una ronda de contactos con empresas de diversos sectores vinculados con la defensa para planificar desde el ámbito industrial el incremento del gasto militar en España, una agenda que se ampliará la semana que viene con otros dos encuentros del mismo tipo pero con distintos protagonistas, según han indicado a Europa Press fuentes al tanto de la situación.
El líder del Ejecutivo, acompañado de la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, se ha citado este viernes en el Palacio de la Moncloa con el presidente de Indra, Ángel Escribano, el consejero delegado de Telefónica, Emilio Gayo, el presidente de Hispasat, Pedro Duque, y el secretario de Estado de Asuntos Económicos y G-20 de Presidencia del Gobierno, Manuel de la Rocha, que se encargará de la coordinación de esta ronda de contactos.
En el encuentro de hoy también han participado el consejero delegado de GMV, Jesús Buenaventura Serrano, el presidente ejecutivo del grupo Oesía, Luis Furnells, el director de la Agencia Espacial Española (AEE), Juan Carlos Cortés, el presidente ejecutivo de PLD Space, Ezequiel Sánchez, la directora de Airbus Espacio, Raquel González, y el consejero delegado de Satlantis, Juan Tomás Hernani.
En este escenario, los participantes han abordado las necesidades de la industria y cómo invertir el incremento del gasto en defensa hasta alcanzar el 2% del PIB, una senda que se definirá en las próximas semanas, según indicó Sánchez en una comparecencia en el Pleno del Congreso esta misma semana.
Las fuentes consultadas por Europa Press apuntan que uno de los puntos centrales de las conversaciones, tanto de las de hoy como de las que se mantendrán la semana que viene, tiene que ver con la capacidad real de absorción que posee la industria española para asimilar y concretar ese aumento del gasto en defensa.
A ello se suma el análisis de cuáles son las capacidades productivas que España puede aportar al conjunto de la defensa en Europa y de qué modo se pueden combinar con las del resto de países del bloque.
Con esta ronda de contactos también se busca consensuar con la industria qué elemenos se computarán como gasto en defensa, como por ejemplo, si debe incluirse la protección de las fronteras nacionales, algo que hasta corre a cargo del Ministerio del Interior, o temas como la ciberseguridad, la lucha contra el terrorismo o incluso contra la emergencia climática.
Todo ello en una coyuntura en la que Bruselas propone movilizar hasta 800.000 millones de euros con un plan de rearme que busca que el Viejo Continente pueda ser autónomo en su defensa en 2030.
Paralizado un contrato de 2.000 millones
En relación con la capacidad productiva y de concreción del gasto militar, fuentes del sector consultadas por Europa Press recuerdan el estado de paralización en el que se encuentra uno de los grandes proyectos del Ministerio de Defensa, el contrato para la fabricación del Vehículo de Apoyo a Cadenas (VAC), valorado en casi 2.000 millones de euros.
Sobre ello, apuntan que uno de los grandes motivos que está detrás de la paralización de ese contrato tiene que ver con los retrasos acumulados en el programa del vehículo blindado 8x8 Dragón para el Ejército español, que se adjudicó al consorcio Tess Defence a finales de agosto de 2020 por 1.736 millones de euros.
En concreto, el Gobierno autorizó en el Consejo de Ministros del 22 de agosto de 2023 que el Ministerio de Defensa licitase un contrato para dotar al Ejército de Tierra de un vehículo multipropósito moderno, el VAC, en cuya primera fase se adquirían 394 unidades.
"El Vehículo de Apoyo a Cadenas, en sus distintas variantes de apoyo al combate y apoyo logístico, sustituirá a los vehículos de Transporte Oruga Acorazado (TOA) --los M-113-- en las misiones operativas y logísticas que estos venían realizando, aportando al Ejército de Tierra mejores capacidades de movilidad, protección y de potencia de fuego, complementando con ello a los carros de combate Leopard 2E y los vehículos VCI Pizarro que integran las unidades acorazadas y mecanizadas o a los futuros nuevos sistemas que los sustituyan en los próximos 30 años", detallaba en el verano de 2023 el Gobierno.
En este contexto, en diciembre de 2023 y después de un proceso negociado sin publicidad, el Ministerio de Defensa suscribió un contrato de casi 25 millones de euros con Tess Defence --el consorcio conformado por Indra, Escribano Mechanical & Engineering (EM&E), Sapa Placencia y Santa Bárbara Sistemas-- para el desarrollo del VAC.
Se esperaba que a finales de 2024 se cerrase un acuerdo con Tess Defence, que también se encarga de la producción del blindado 8x8 Dragón, para avanzar en el proyecto, cuya duración aproximada se extendería hasta 2035 y contemplaba una primera fase de desarrollo de la plataforma del VAC, una segunda en la que se entregarían 35 unidades 'preserie' y una última etapa de producción en serie del blindado.
De este modo, también en diciembre de 2023, el Ministerio de Defensa suscribió un compomiso de gasto de 1.628 millones de euros (sin impuestos) con Tess Defence para la producción de esas 394 unidades del VAC.
Sin embargo, el proyecto se encuentra paralizado hasta el momento, entre otras cuestiones, por los retrasos acumulados en el blindado 8x8 Dragón, los cuales, de hecho, supusieron que la cartera que dirige Margarita Robles impusiese una multa a Tess Defence de 9,19 millones de euros.
Fuentes del sector consultadas por Europa Press señalan que los retrasos en el 8x8 Dragón condicionan la puesta en marcha del proyecto del VAC, dado que Defensa no quiere comenzar este programa hasta que no esté encaminado el otro y dado que el consorcio que se encarga de ambos contratos es el mismo, es decir, Tess Defence.
En ese sentido, esta misma semana se han entregado al Ministerio de Defensa las primeras unidades validadas del 8x8, que incluso han recibido la certificación para poder ser transportadas en los aviones A400M del Ejército del Aire y del Espacio, que era uno de los requisitos del contrato.
En este contexto, la paralización de este contrato no afecta solo a los planes del Ministerio de Defensa o al consorcio que se encargará de la producción de los vehículos, sino que también tiene impacto en otras empresas del sector más pequeñas y distribuidas por distintas zonas del país que entrarían en la cadena global del programa.
Más allá de este motivo, las fuentes del sector añaden las dificultades que supone que los Presupuestos Generales del Estado se encuentren prorrogados desde 2023 y que, según ha admitido el propio Ejecutivo, tener unas nuevas cuentas este año será "muy difícil".
Esa situación complica la ejecución del gasto presupuestario que supone un programa como el del VAC, que roza los 2.000 millones de euros, a pesar de lo propicio del escenario para incrementar el gasto en defensa en un contexto de rearme europeo en respuesta al actual escenario geopolítico.
No obstante, el Ministerio de Defensa rechaza que la ausencia de unos Presupuestos Generales del Estado para este año supongan un obstáculo para la puesta en marcha del proyecto del VAC.
"Los programas en marcha no están comprometidos porque no haya Presupuestos. Las anteriores cuentas eran holgadas y permiten sacar adelante los proyectos que están en marcha", han indicado a Europa Press fuentes de la cartera que dirige Margarita Robles, que no han realizado comentarios sobre el impacto de los retrasos del 8x8 en el programa del VAC ni tampoco han indicado en qué situación se encuentra el contrato.