MADRID (EFE). El Gobierno y los sindicatos UGT y CSIF han firmado este jueves el acuerdo para los empleados públicos para el periodo 2025-2028 con una subida acumulada del 11 %, un pacto que no ha suscrito CCOO, que se adherirá más adelante, según el ministro para la Transformación Digital y de la Función Púbica, Óscar López.
El acuerdo comienza con una subida del 2,5 % para este 2025 para los 3,5 millones de empleados públicos que se prevé abonar con carácter retroactivo desde enero en la nómina del próximo mes de diciembre.
A la subida para este año le seguirá otra del 1,5 % para 2026, a la que se sumará otro 0,5 % variable, que se cobraría en el primer trimestre de 2027 con efecto retroactivo si el índice de precios de consumo (IPC) iguala o supera el 1,5 % a cierre de año.
Para 2027, la subida salarial se queda en el 4,5 %, en tanto que para 2028 será del 2 %, mientras que en materia extrasalarial, el acuerdo elimina la tasa de reposición que limitaba la sustitución de efectivos en la Administración, entre otros cambios.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha destacado en la firma que el acuerdo representa el triunfo de la voluntad de consenso gracias al diálogo social, "la mejor herramienta para avanzar".
"España funciona cada día en los centros de salud, las aulas, la seguridad ciudadana, la justicia, la protección social o en la respuesta a emergencias como la del pasado verano gracias al compromiso de los empleados públicos y su labor decisiva para sostener la cohesión social", ha incidido Sánchez.
Según los datos facilitados por UGT, la subida retroactiva de este 2025 supondrá 767,64 euros para el grupo A1, el de salarios más elevados, mientras que se quedará en 333,18 euros para el grupo E, el tramo más bajo.
En el caso del grupo C1, donde hay más empleados públicos, esta "paga" con toda la subida ascenderá a 478 euros.
En cuanto al incremento de todo el periodo, ese 11 % para 2025-2028, la subida supondrá desde los 3.512,6 euros para el A1 hasta los 1.524 euros para el E siendo de 2.187,4 para el C1, el grupo más numeroso.
UGT y CSIF aplauden el pacto tras una negociación difícil
La negociación, que arrancó a principios de mes, se ha intensificado este semana con la resistencia de los sindicatos a aceptar una subida máxima del 4 % entre este año y el que viene, un requisito impuesto por el Gobierno que quería dejar el alza del 7 % restante para la segunda parte del periodo.
Este ha sido el principal escollo de las negociaciones y, pese a ese 0,5 % adicional que tendría efectos desde el 1 de enero de 2026, el motivo por el que CCOO de momento no lo ha suscrito de momento.
La secretaria general de UGT Servicios Públicos, Isabel Araque, ha destacado que el acuerdo sirve para afrontar los cambios que necesita la Administración y refuerza el valor de lo público "con un compromiso nítido para la mejora de las condiciones".
"Lo afrontamos con ilusión y rigor (...) es un grandísimo acuerdo", ha subrayado Araque.
Por su parte, el presidente de CSIF, Miguel Borra, ha subrayado que el sindicato suscribe este acuerdo por "responsabilidad y compromiso" y, aunque ha agradecido el esfuerzo del Gobierno, ha reprochado que no se hubieran sentado antes a negociar.
De acuerdo con los cálculos de la mesa negociadora, la subida acumulada al final del periodo será del 11,4 % por el efecto arrastre de consolidar cada año la subida en las tablas salariales.
Borra ha incidido en que el acuerdo evita la congelación salarial, permite recuperar 2,9 puntos de poder adquisitivo y ha señalado que estarán vigilantes para su cumplimiento.
"No dejaremos de protestar gobierne quien gobierne", ha advertido.