ALICANTE. La cara del moro es, además de un rostro sobre el que se alza el castillo de Santa Bárbara, una de las leyendas alicantinas más extendidas. Y este 2024 se convierte también en una de las escenas que protagonizan la hoguera adulta oficial, diseñada por el más que conocido Pedro Espadero. El artista foguerer planta su décimo séptimo monumento adulto oficial, el noveno de manera consecutiva, y lo hace con Leyendas alicantinas, donde recopila las fábulas más famosas de la provincia de Alicante. «Quiero que los habitantes de nuestros pueblos se sientan representados, que vean una parte suya en esta hoguera y se sientan alicantinos de provincia», afirma Espadero, quien ha expresado su «tremenda satisfacción y honor» por encargarse del monumento adulto oficial. «Jamás pensé que iba a hacer la hoguera oficial y menos que iba a hacerla tantas veces. Plantar en la plaza del Ayuntamiento me hace muy feliz, es el sitio donde más a gusto me siento; esta es la hoguera de todos», comenta emocionado.
Ocho leyendas populares visten así el monumento: «La más famosa es la de Ali y Cántara y la Cara del Moro», empieza enumerando el artista, a las que le siguen el lobo marino de Tabarca, la pianista del Salón Azul del ayuntamiento de Alicante, Sant Jordi de Alcoy, la virgen de Agres, san Nicolás, la Encantá de Rojales y la leyenda de Cantó de Elche. Sobre las particularidades de la hoguera, el mismo Espadero ha confesado estar «muerto del susto», pues el remate es «de un volumen tremendo; he metido el doble de madera que el año pasado, porque la torre tiene que aguantar un remate muy grande, de dieciséis metros de diámetro, que es una barbaridad». Para finalizar, seis caballos blancos se alzan sobre la estructura y «una explosión de madera y volumen» la corona, motivo por el cual el constructor ha insistido en que el remate es «llamativo» y «espectacular».
Los diecisiete años de dar vida a la hoguera adulta oficial han brindado a Espadero una experiencia que se refleja en sus monumentos. Por ejemplo, en el uso de los colores: «Las que planto normalmente tienen un colorido muy fuerte, muy subido de tono, porque para mí es imprescindible que llamen la atención y resalten sobre las fachadas de color crema que envuelven al ayuntamiento», ha explicado. En esta línea, ha acordado que es «fundamental» estudiar el color y que la decisión «no es al azar», explica el creador. «Eso te lo dice la experiencia; en las primeras hogueras yo no pensaba en eso, pero construirla tantas veces me ha hecho saberme la plaza de memoria». Eso sí, ratifica que cada año trata de innovar y «sorprende» con una composición diferente «para que la gente no se canse», aunque el 'estilo Espadero' sea reconocible.
El combo Espadero-Gómez
En la tarea de plantar en la plaza del ayuntamiento no está solo; Sergio Gómez es el responsable del monumento infantil oficial. Ambos han formado una dupla durante estos nueve años consecutivos, lo que ha forjado una amistad que va más allá de los ninots. «Hacemos un equipo», afirma Espadero, quien ha revelado que ya eran amigos antes, pero que coincidir durante una década «con los mismos compromisos y particularidades» les ha unido más. Sobre la continuidad del dúo, el artista de la hoguera adulta ha comunicado que, aunque le quedan «pocos años» de presentarse, todavía le augura «algún año más» al combo Espadero-Gómez. «Ojalá gane el concurso otra vez y ojalá lo haga con Sergio», ha deseado.
Por parte de Gómez, el sentimiento es correspondido: «Hemos hecho un binomio porque somos dos enamorados de la fiesta y de la plaza. Pasarán muchos años hasta que haya dos artistas que vivan la plaza como la vivimos nosotros», asegura. Tanto se conocen que el artista foguerer cuenta que, al quedarse solos diez minutos antes de la cremà, se miran y uno le afirma al otro: «Tienes ya el diseño de la hoguera del año que viene», a lo que el otro le responde: «Y tú». Hay complicidad. «Ese momento antes de ver arder los monumentos es mágico», reconoce un emotivo Gómez, quien suma este año el papel de pregonero de Fogueres a su habitual cargo como constructor del monumento infantil.