XIXONA. De la cesta al comedero. El grupo agroalimentario Confectionary Holding, propietario de las marcas de turrones y dulces de Navidad 1880, Doña Jimena y El Lobo, ha anunciado sus principales novedades para la próxima campaña navideña. Entre ellas, destaca una propuesta que rompe con los moldes tradicionales del sector: una línea de turrones y polvorones especialmente diseñados para perros bajo la marca El Lobo. La compañía, con sede en Xixona y siglos de trayectoria en el sector del dulce, amplía así su catálogo con una gama dirigida al creciente mercado de la alimentación para mascotas. Con esta iniciativa, Confectionary Holding busca responder a una tendencia en alza, la de integrar a los animales de compañía en las celebraciones familiares, también en fechas señaladas como la Navidad.
Un producto inédito en el mercado
La nueva línea incluye turrón crujiente de zanahoria, turrón crujiente de coco y polvorones elaborados con harina de arroz. Los productos están avalados por veterinarios y elaborados con ingredientes naturales. Según fuentes del grupo, la gama se ha diseñado pensando en ofrecer un bocado seguro y adaptado a las necesidades de las mascotas, pero que permita compartir un momento simbólico entre el animal y su dueño durante las fiestas.
El lanzamiento supone una incursión inédita en un segmento hasta ahora poco explorado por las marcas tradicionales de turrón. En los últimos años, el mercado de productos 'pet friendly' ha experimentado un notable crecimiento, impulsado por el aumento del gasto medio en alimentación y cuidado de animales domésticos. Confectionary Holding, consciente de esta evolución, ha decidido incorporar esta línea dentro de su estrategia de diversificación.
Novedades también para el consumidor humano
Junto a los productos para mascotas, el grupo ha presentado otras referencias dentro de sus marcas 1880 y El Lobo, orientadas a mantener la innovación en la categoría de turrones y dulces tradicionales.
Entre las nuevas propuestas de 1880 destacan los llamados 'Turrones de Autor', una colección que incluye el Turrón Dubái, con base de pistacho y cacao combinada con masa kataifi, y el Turrón Fruta de la Pasión, elaborado con chocolate y un interior ácido de esta fruta tropical. Ambas referencias se presentan en formato de dos tabletas de 100 gramos, con una presentación que emula los panales de abeja.
Por su parte, la marca El Lobo incorpora una línea denominada 'Turrón Fuente de Proteína', con un 65% de almendra tostada y un 30% menos de azúcares. Esta gama incluye versiones de Turrón de Jijona y Turrón de Alicante, con el objetivo de ofrecer una alternativa más saludable sin renunciar al sabor tradicional. Todos los productos son también sin gluten.
Una estrategia de diversificación
Confectionary Holding lleva tiempo apostando por ampliar su oferta más allá de los meses navideños. En la pasada primavera, el grupo presentó su nueva línea de helados artesanales 1880, elaborados a partir de sus turrones más emblemáticos. Con esta iniciativa, la empresa entró de lleno en el sector heladero, con una gama de productos de gama alta disponibles inicialmente en tiendas propias y en cadenas como Carrefour.
Los helados, inspirados en sabores clásicos como el turrón de Jijona, de pistacho o de yema tostada, fueron presentados en la feria Salón Gourmets y comercializados en formato de tarrina de 430 mililitros. Según comunicó entonces la compañía, el objetivo de esta nueva línea era romper con la estacionalidad de las ventas del turrón y consolidar la marca 1880 como referente del dulce premium durante todo el año.
Con la llegada de los turrones para perros, la empresa refuerza esa estrategia de diversificación que busca mantener su presencia activa en diferentes segmentos del mercado alimentario. De este modo, la firma combina la innovación dirigida a nuevos públicos, como el de las mascotas, con el desarrollo de productos que actualizan las recetas tradicionales.
Crecimiento y sostenibilidad
En su último ejercicio consolidado, Confectionary Holding registró una facturación de 30,9 millones de euros, lo que supone un incremento respecto a los 26,6 millones del año anterior. El grupo, que cuenta con una plantilla de 204 trabajadores, continúa centrando su producción en la provincia de Alicante y Xixona.
Además de su apuesta por la innovación en producto, la empresa mantiene una línea de trabajo enfocada en la sostenibilidad. Según fuentes corporativas, dentro de su estrategia empresarial se incluye una política medioambiental orientada a la prevención de la contaminación y al uso de energías renovables, con la incorporación de instalaciones fotovoltaicas en sus plantas.
Tradición y nuevos horizontes
El grupo alicantino ha construido su trayectoria sobre marcas con una fuerte vinculación a la tradición turronera. En 2013, Confectionary Holding adquirió la firma toledana Doña Jimena por 1,2 millones de euros, integrándola en su estructura junto a 1880 y El Lobo.
La introducción de productos como los turrones para perros refleja la búsqueda de nuevos espacios dentro de un mercado maduro. La empresa combina su base tradicional con una visión que incorpora tendencias de consumo actuales, tanto en alimentación saludable como en el creciente protagonismo de las mascotas en los hábitos familiares y también redefine el alcance del concepto "dulce navideño". Lo que durante décadas fue un producto asociado exclusivamente a los humanos, ahora se adapta a los compañeros de cuatro patas con un grupo emrpesarial tradicional,