VALÈNCIA. Es oficial: se busca director artístico para el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) y el Centre del Carme (CCCC). Han pasado meses desde que sus respectivos líderes, Nuria Enguita y José Luis Pérez Pont, dejaran las instituciones, la primera tras presentar su dimisión y el segundo cesado por la Generalitat Valenciana, lo que ha derivado en un periodo de transición hacia un lugar que todavía está por concretar. Las respuestas, con todo, están cada vez más cerca de llegar, pues ambos museos han aprobado recientemente las bases que regirán el concurso a través del que se elegirá a sus nuevos directores, bases que, en todo caso, todavía están pendientes de ser publicadas en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV).
La reciente aprobación de las mismas por parte del Consejo Rector del IVAM y del Consejo General del Consorci de Museus dibujan un escenario en el que ambos procesos, previsiblemente, se desarrollarán en paralelo, dos concursos que tiene todos los ojos del circuito artístico valenciano encima, pues los proyectos seleccionados marcarán la hoja de ruta de ambas instituciones para los próximos años. Sin embargo, además de la lógica incógnita en torno a los proyectos de futuro, hay una cuestión que no se escapa en el entorno cultural y es que ambos procesos están marcados por un escenario que plantea un reto mayor, el de atraer talento tras la ‘tormenta’.
No es ningún secreto que la salida de sus exdirectores ha estado marcada por la polémica, una transición que ha sido de todo menos pacífica. Fue en 2020 cuando Nuria Enguita desembarcó en el IVAM con un proyecto basado en la investigación y un mayor acercamiento al ámbito contemporáneo, un programa que no pudo aplicar en su totalidad, pues fue el pasado mes de febrero cuando anunció su dimisión ante la falta de "apoyo", tal y como expresó ella misma en un comunicado, de la Generalitat por las críticas y posterior remisión a Fiscalía sobre su proceso de selección, que en apenas unas semanas fue archivada.
Años antes llegó Pérez Pont al Consorci de Museus. En su caso la misión era la de reconvertir el espacio en un centro cultural contemporáneo, una transformación total construida en base a un cambio de modelo que daba un gran peso a las convocatorias abiertas, así como con una mayor vinculación a eventos externos, convirtiéndose en sede de festivales de música, por ejemplo, lo que supuso que el público se multiplicara. Su cese llegó a finales de 2023, acusado de "irregularidades y mala praxis en su gestión" por el gobierno, mientras que el exgerente calificó el cese de "golpe al modelo de gestión profesional, independiente y en libertad de la cultura".