NOVELDA.- El Santuario de Santa María Magdalena permanecerá cerrado y perimetrado como medida preventiva hasta que pueda garantizarse la integridad de la torre izquierda. Así lo ha determinado el gobierno municipal tras conocer un segundo informe pericial, fechado el 22 de diciembre, realizado después de una inspección ocular en altura durante la actuación de urgencia acometida en los últimos días.
El citado informe ha evidenciado la existencia de “grietas más severas” que las detectadas inicialmente mediante una inspección con dron, grietas que “comprometen la estabilidad de la torre” y suponen un “grave riesgo” para el edificio más emblemático de Novelda.
El departamento de Patrimonio Histórico, dirigido por Geno Micó, ha iniciado ya la tramitación administrativa necesaria para llevar a cabo la actuación de emergencia propuesta por los arquitectos redactores del informe. Dicha actuación se considera imprescindible ante la situación de “extrema gravedad” detectada en la torre este del Santuario, provocada —según el documento pericial— por las grietas localizadas en el pináculo, que afectan al punto de encuentro entre el orbe que sostiene la cruz que culmina la torre y los cuatro pilares que lo sustentan.

Según el informe, firmado por arquitectos especializados, se ha producido un desplazamiento entre estos pilares, lo que ha generado una grieta de “considerable importancia” que continúa agravándose debido al peso superior a 920 kilos que soportan las columnas. Esta circunstancia “compromete la estabilidad del orbe y de la cruz”. A ello se suma, además, el hecho de que Novelda se encuentra en una zona de riesgo sísmico, con probabilidad de pequeños sismos que podrían afectar a la estructura y provocar la caída del pináculo, poniendo en peligro tanto el entorno exterior como la cubierta y el interior del Santuario.
Situación de “extrema gravedad”
El informe califica la situación de la torre como de “extrema gravedad”, con un riesgo elevado tanto para la seguridad de las personas como para la propia integridad del Santuario. Por este motivo, recomienda que el recinto permanezca acotado y cerrado al público mientras no se ejecute una actuación de emergencia que contemple la instalación de un andamio perimetral, el desmontaje del pináculo y su posterior reconstrucción, situando el orbe y la cruz en el centro de gravedad de la torre.
La responsable de Patrimonio Histórico ha manifestado su “preocupación” por las severas patologías detectadas en la torre izquierda del Santuario de Santa María Magdalena, sobre la que hace apenas unos días se realizó una primera actuación de urgencia consistente en la colocación de eslingas y un mallazo protector. No obstante, a la vista de los nuevos hallazgos, se hace necesaria una intervención urgente de mayor envergadura, que podría prolongarse durante varios meses.

Cabe recordar que el Santuario permanece cerrado al público desde el pasado 3 de diciembre, un día después de detectarse las primeras “grietas de envergadura” gracias a un vuelo de dron realizado en el marco de un estudio sobre la viabilidad del órgano monumental de mármol, cuya estructura de 35 toneladas se encuentra en el interior del recinto. Precisamente, la actuación de urgencia ejecutada para asegurar esta patología ha permitido conocer la grave situación estructural a la que se enfrenta el principal reclamo turístico de Novelda y templo que alberga a la patrona de la ciudad.
Santuario de Santa María Magdalena
El Santuario de Santa María Magdalena es un edificio de estilo modernista, inspirado en la obra de Gaudí, cuya construcción se inició en 1918 y concluyó en 1946 tras un periodo de paralización. El proyecto fue trazado por el ingeniero noveldense José Sala Sala, quien combinó en su decoración guijarros procedentes del río Vinalopó, azulejos policromados, ladrillo rojizo, tejas singulares y mampostería.
Ubicado en el monte de La Mola, es la construcción religiosa más emblemática de Novelda. Además de albergar la imagen de la patrona del municipio, recibe anualmente a miles de visitantes atraídos por esta singular obra arquitectónica impregnada del modernismo catalán de principios del siglo XX. Con una fachada principal flanqueada por dos torres de 25 metros de altura, su interior se compone de una nave central rectangular con dos espacios laterales adosados y cuenta, entre otros atractivos, con un destacado cuadro del pintor Gastón Castelló.