ELDA VINALOPÓ

La robótica se abre paso en la gestión pública y privada desde Monforte del Cid: desde Industria hasta agricultura

El alcalde, el director de Aguas de Alicante y el CEO de Bumerania debaten sobre el papel de la automatización y la inteligencia artificial en sectores como la agricultura, el agua y la salud

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MONFORTE DEL CID. El espacio A una hora del cambio, organizado por Aguas de Alicante, celebró una nueva sesión dedicada a la digitalización, la robótica y la ciberseguridad bajo el título “Tecnología al servicio del territorio: aplicaciones de la robótica en la gestión pública y privada”. La mesa reunió en Monforte del Cid al alcalde, Juan José Hernández; al director general de Aguas de Alicante, Sergio Sánchez; y al CEO de la empresa tecnológica Bumerania, Isidro Fernández, quienes coincidieron en que la automatización ya está transformando sectores estratégicos y que el reto pasa por poner la innovación al servicio de las personas.

Hernández subrayó que Monforte se ha convertido en un polo de atracción para empresas que han apostado por procesos avanzados de robotización, especialmente en el ámbito industrial y agroalimentario. “Aunque seamos un municipio pequeño, la calidad tecnológica de las naves empresariales es equiparable a la de grandes ciudades. Esto abre una gran oportunidad para la competitividad de nuestro territorio”, afirmó. Según el primer edil, la incorporación de robótica permite mejorar la calidad de los productos, reducir costes y avanzar en la sostenibilidad, algo clave en sectores como el de la uva. Sin embargo, advirtió de que el futuro de la agricultura dependerá de que haya inversiones en tecnología que hagan viable el relevo generacional. “La gente quiere ganar dinero con la agricultura, pero sin innovación no se puede rentabilizar”, insistió.

Sergio Sánchez explicó cómo la robótica se ha integrado en los últimos años en el ciclo integral del agua, donde se ha pasado de las primeras cámaras de inspección analógicas a sistemas en 3D capaces de identificar averías en las tuberías con mayor rapidez. La empresa también utiliza robots fresadores que reparan canalizaciones desde el interior sin necesidad de abrir zanjas ni cortar el tráfico. “Gestionamos más de 700 kilómetros de alcantarillado y estas herramientas nos permiten adelantarnos a los problemas y planificar mejor las inversiones”, detalló. Además, apuntó que la compañía está explorando el uso de exoesqueletos para reducir la carga física de los operarios y prevenir lesiones musculoesqueléticas, uno de los principales riesgos laborales en este sector.

Por su parte, Fernández relató cómo Bumerania, una startup nacida en Alicante en plena pandemia, ha crecido hasta implantarse en 12 países y prevé duplicar su presencia el próximo año. La firma ha desarrollado soluciones de robótica social y aplicada a la salud, la defensa o la agricultura. Desde un robot capaz de detectar emociones en soldados de élite tras pruebas de estrés, hasta dispositivos agrícolas que eliminan malas hierbas de manera autónoma y con energía solar. “Nuestro objetivo ha sido siempre acercar la robótica a las personas, no solo a las empresas”, afirmó. Entre sus últimos proyectos figura Doña Paquita, un robot de asistencia doméstica que integra telemedicina, acompañamiento emocional, elaboración de menús y gestión de compras en supermercados.

El CEO recordó también el proyecto “Isabel”, un sistema que permite a pacientes de ELA comunicarse mediante el movimiento ocular antes de perder la voz, registrando previamente su timbre y personalidad para que puedan seguir expresándose con su propia identidad. “Se trata de dar soluciones donde antes no las había, y de demostrar que la tecnología puede ser cercana y humana”, indicó.

El encuentro concluyó con una reflexión compartida sobre el papel de la inteligencia artificial, que ya dota de “cerebro” a muchos robots. Para Hernández, Sánchez y Fernández, el debate no debería ser si hay que adoptar o no la robótica, sino cómo hacerlo de forma ética y útil para la sociedad. “Todos los avances tecnológicos son herramientas; la diferencia la marca el uso que les damos. El objetivo último debe ser que tengamos más tiempo para pensar, para cuidar de los nuestros y para ser más felices”, resumió el alcalde de Monforte.

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