ELDA. Los viejos esqueletos de hormigón que quedaron abandonados en Elda tras el estallido de la crisis del ladrillo en 2008 han empezado a recuperar en los últimos meses su pulso. Aquellas estructuras grises, testigos de un tiempo de quiebras, paralizaciones y promotoras desaparecidas, están siendo retomadas por constructoras de la propia ciudad, decididas a poner fin a un capítulo oscuro de la historia urbanística local.
El Ayuntamiento de Elda, a través de la Concejalía de Urbanismo ha jugado un papel fundamental en este proceso al abordar cada caso de manera individual. Los servicios municipales han facilitado a los nuevos promotores toda la documentación necesaria, así como las gestiones administrativas y legales que han permitido desbloquear proyectos que llevaban más de década y media atrapados entre trámites, embargos y cambios de titularidad. O, simplemente, cayeron en el olvido.
Muchos de estos inmuebles y promociones acabaron en manos de fondos buitre tras la quiebra de las sociedades que los impulsaron, lo que ha complicado todavía más cualquier avance. La cooperación institucional ha sido clave para que, ahora, la finalización de estas obras se haya convertido en una realidad tangible.

- Calle Príncipe de Asturias ahora y antes.
Visibles en diferentes barrios
Esta reactivación ya se deja ver en distintos puntos del casco urbano de Elda. Calles como Camino del Carril, Gracia, Príncipe de Asturias o Los Giles muestran andamios renovados, grúas que vuelven a moverse y operarios trabajando donde antes solo había silencio y abandono. Algunos inmuebles, los que quedaron en un estado más avanzado, incluso están ya finalizados. En total, más de un centenar de viviendas han salido al mercado inmobiliario; algunas ya están habitadas y otras lo estarán en los próximos meses.


- Avenida de Ronda, ahora y antes.
Los edificios e inmuebles que han sido 'reactivados' se ubican prácticamente en todos los barrios, incluido el Centro Histórico, donde un edificio ubicado en la calle Los Giles, junto a la iglesia de Santa Ana, está a punto de ser finalizado. La licencia de obras inicial data de 2005 y tras un cambio de titularidad, en breve estarán disponibles ocho viviendas, un local y garaje. En pleno centro, en concreto en la calle Príncipe de Asturias, está en su recta final la construcción de un edificio de tres plantas, con 12 viviendas y bajos con naya. La licencia inicial databa de agosto de 2006.
El inmueble con el mayor número de viviendas se ubica en la calle Caridad, cerca de los Jardines del Vinalopó, donde se ha concluido un edificio de 16 viviendas, trasteros y garajes cuyas obras comenzaron en febrero de 2007. Estos son sólo algunos ejemplos de las promociones que se han reactivado en los últimos meses en Elda.
Para muchos vecinos, el retorno de la actividad en estas construcciones supone el fin de años de molestias e inseguridad. Durante todo este tiempo, estos “monstruos de hormigón” habían generado problemas de insalubridad, vandalismo y un deterioro evidente del paisaje urbano.
Beneficio múltiple para la ciudad
La recuperación de estas estructuras no es solo un logro urbanístico, sino que trae consigo múltiples efectos positivos, como la eliminación de puntos que constituían un riesgo y causa de quejas vecinales, una mejora de la imagen urbana, coherente con el crecimiento actual de la ciudad y su proceso de modernización y, sobre todo, un aumento de la oferta de vivienda.
Con esta reactivación, Elda abre una etapa de regeneración y oportunidades. Lo que durante años fue símbolo de crisis y abandono se transforma ahora en un motor de crecimiento urbano y social. Un ejemplo de cómo la colaboración entre administración y empresas puede rescatar proyectos olvidados y devolver vitalidad a la ciudad.


- Calle Los Giles, antes y ahora.