PETRER. La empresa mixta Aguas de Alicante está realizando, en la que se conoce como La Traída de Agua, relevantes obras en una de las dos arterias principales de dicha instalación, cuya función es la de transportar el agua desde los pozos que la empresa gestiona en las comarcas del Alto y Medio Vinalopó, hasta las diferentes poblaciones a las que abastece de agua (Petrer, entre otros).
A su llegada al término municipal de Petrer, Aguas de Alicante está rehabilitando un tramo de La Traída junto al Centro Comercial Dynamia. Su actual estado, junto a su importancia en el suministro de agua potable al municipio, han sido claves para que esta actuación se incluya dentro de la estrategia de anticipación para la mejora y garantía de suministro, evitando así futuras roturas y sus inconvenientes derivados a la ciudadanía.
La planificación de las obras se está llevando a cabo en total coordinación tanto con la gerencia del Centro Comercial Dynamia, como con el Ayuntamiento, de modo que la solución cause el mínimo impacto posible en ese espacio comercial y en el día a día ciudadano. En este sentido, destaca el sistema “relining” que se está utilizando para la renovación de una gran parte de la conducción; se trata de un sistema de tecnología sin zanja que consiste en la introducción de una tubería nueva dentro de la antigua a sustituir, logrando así una reducción sustancial de la obra civil y sus molestias.
Según los acuerdos alcanzados en fase de coordinación, las obras se han iniciado una vez terminada la campaña comercial navideña y las rebajas del mes de enero, y tienen una duración prevista de cuatro meses y medio. Además, se han planificado habilitando diferentes zonas de trabajo, de modo que se facilite en todo momento el acceso de los vehículos de los usuarios al centro comercial, así como de grandes vehículos vinculados a la logística de este espacio comercial.
Planificación de obras en Aguas de Alicante
Aguas de Alicante trabaja en grandes obras en los municipios que gestiona, con una planificación y ejecución que permite mantener siempre el funcionamiento de los servicios afectados de agua y/o alcantarillado, además de la compatibilidad entre la eficacia en la realización de los trabajos y la posible afección al entorno urbano, peatones, tráfico rodado, comercios…, de tal forma que, pese a las inevitables molestias, la duración de éstas sea la menor posible.