ELCHE. El pleno de Elche ha acordado por mayoría (con el voto en contra de Compromís), una proposición de alcaldía para solicitar el reforzamiento de medidas contra la "violencia reincidente", algo en lo que se ha venido incidiendo estos días, poniendo de nuevo el foco de delincuencia en Carrús, como el pasado año, y tras una nueva reunión con la Subdelegación de Gobierno. El PSOE acusa al alcalde de mantener un relato que estigmatiza al barrio, Compromís recuerda que la ley ya contempla la prisión preventiva para delincuentes reincidentes y Vox, que asevera no hablar de racismo, sino de "datos", vuelve a vincular delincuencia con migración, en un discurso que va arrastrando al PP, como ya ha ocurrido en algún pleno anterior.

Ley más dura

Este fin de semana, el alcalde volvía a enviar una carta al subdelegado de Gobierno, Juan Antonio Nieves, tras haberse reunido el jueves, justificando que por una amenaza con cuchillo de un hombre en un cajero en la Avenida de la Libertad de una persona reincidente, y que ya había actuado en anteriores agresiones con ataques con arma blanca. Aunque en su inicial intervención, el alcalde Pablo Ruz hablaba en términos genéricos del municipio, la declaración de alcaldía incide en que "entre el 1 de enero y el 31 de junio, se han realizado en Carrús un total de 11.800 intervenciones policiales (lo que supone un incremento del 12% respecto del año anterior), que han dado lugar a 2.046 denuncias y 212 detenciones". Se pedía solicitar la presencia de la Policía Nacional e instar al Gobierno reformar la Ley de Enjuiciamiento Criminal para "una más fácil aplicación de la medida cautelar de prisión provisional para reincidentes".

Todos los grupos se manifestaban a favor de reforzar la seguridad en el municipio y donde fuera necesario. Además, Ruz aceptó integrar un punto del PSOE, sobre incluir o reforzar programas sociales y educativos municipales y potenciar la acción comunitaria en barrios y pedanías. Héctor Díez advertía al alcalde del "peligro" de dar alas y seguir el discurso de Vox, y Esther Díez, por Compromís, planteaba que se abstendrían, a pesar de estar de acuerdo con el refuerzo de la seguridad, por pedir una mayor laxitud para aplicar la prisión preventiva, de la que recordó que ya se contempla esta medida para los casos reincidentes. "Estamos en contra de un Estado más punitivista y de rebajar las garantías que tienen las personas, la ley ya es garantista". A partir del marco de cada formación, cada uno utilizó los datos según la necesidad de su relato; la derecha más dureza, la izquierda ámbitos más sociales y de integración.

"Momento de responsabilidad"

Precisamente Esther Díez por Compromís, planteaba la sorpresa de que no se hubiera mencionado por parte del alcalde, que pedía que "la cárcel no siempre significa reinserción" y una presencia "masiva" de las policías en Carrús, el asesinato a marroquí en el 1 de Mayo "presuntamente por un español". "¿Qué se hubiera dicho si hubiera sido al contrario? Están jaleando el discurso de Vox". Para la edil es un momento peligroso que requiere de "responsabilidad". Cree, como planteaba también la Subdelegación de Gobeirno, que hay que hablar de vivienda y servicios públicos; un eje del discurso que también utilizan los socialistas en esta cuestión. 

Para la concejal, el PP está siendo cómplice del discurso de Vox, "quienes han impedido una declaración contra los ataques racistas en Torre Pacheco" (más tarde intentó hacerlo con una moción in voce, pero fue rechazada por el bipartito al asegurar que se debe presentar en tiempo y forma). Díez hablaba también de las contradicciones, que hicieron acto de presencia en varias intervenciones, interpelando al regidor: "Usted dice que no son cifras escandalosas y que están por debajo de los índices de municipios cercanos". 

Contra el discurso "buenista" y críticas a la izquierda

Por su parte, el alcalde, que a veces intentaba hacer equilibrios retóricos, primero haciendo mención al municipio en esas casi 12.000 intervenciones, después a Carrús, y después solo a "zonas concretas", también hacía mención a la nacionalidad española del detenido el fin de semana, quizá para evitar posibles acusaciones racistas, apostillando que el detenido "ya agredió en una frutería pakistaní, de gente trabajadora que viene a buscarse la vida". Sin embargo, después argüía como lo hacía Vox contra el discurso "buenista", y como el propio PP a nivel nacional cada vez más: "Aquí se viene a trabajar, para delinquir, que se vuelvan a su casa". 

Ruz decía que no se quiere criminalizar distritos, al tiempo que justificaba el retén policial en el 1 de Mayo y que "hay un problema que existe, si quisiera hacer de esto un arma política hubiéramos traído una moción para confrontar". El regidor sostiene que la izquierda prefiere "vive en una distopía antes que la realidad. ¿Creen irresponsable hablar de esto?". Con todo, con esa afirmación más etérea dicha tantas veces de que los vecinos tienen "sensación de inseguridad", aseguraba que los datos hablan por sí solos, y que se trata de "disuadir" y corregir lo que no funciona bien. Y respecto a la modificación de la legislación, que "son los fiscales los que hacen laxas las penas y este mensaje debe llegar a ellos".

La oposición pide medidas más sociales y de integración

Desde el PSOE, que también cargaron contra el discurso de PP y Vox, pedían esa "intervención comunitaria para un barrio muy diverso" para una mayor cohesión social, e incidir en la cuestión de la vivienda como "palanca" para mejorar la situación que puede existir en Carrús, de los barrios donde hay un mayor problema de degradación urbanística. "Eso también implica más limpieza, cercanía y servicios" y por eso pedía por ejemplo una filmoteca, a lo que el alcalde recordaba que tienen un ambicioso proyecto con Jayton que lo incluye. "Si un turista estuviera oyéndole hablar, parece que esto es Nápoles y Carrús, el Bronx", explicaba Héctor Díez. El portavoz pedía "calma" e interpelando al alcalde, que "Elche también necesita llamar a las cosas por su nombre y es un alcalde que gestione y resuelva".

Datos bajos de la Policía Nacional

Y recordaba que los comerciantes piden seguridad, "porque también quieren que desde los otros barrios les visitemos, que Carrús tenga servicios que solo puedan prestarse allí". Añadía que si han aumentado en 2.000 las intervenciones con respecto al año pasado "es por más presencia policial", y apelando a los datos de la Policía Nacional, ponía de relieve que Elche está en una situación de criminalidad estable, "con un incremento del 1,5%, la mayoría en el ámbito digital (estafas telemáticas) y no violentos. Los robos con fuerza han bajado un 2% y las agresiones sexuales un 13% respecto al año pasado". Desde Subdelegación se defiende que el Plan Carrús desplegado cuenta con satisfacción vecinal, que las identificaciones o detenciones se realizaron "en cuestión de horas" una vez fueron avisadas, y que en lo que va de 2025 se han desmantelado 13 narcopisos, incluyendo puntos negros en calles como Antonio Gomis Vicente y José Romero López. Por último, el edil concluída el concejal, "la violencia es violencia ejerza quien la ejerza".

Vox vuelve a poner en el foco delincuencia extranjera

Díez acusaba a PP y Vox de haber querido darle un enfoque institucional a la declaración, pero que había acabado con proclamas para estigmatizar al barrio. En ese sentido, aunque por Vox Samuel Ruiz al principio empezó argumentando que no hablaba de racismo, y que el barrio había crecido históricamente gracias a la migración, acabó en Torre Pacheco, en delitos de otras nacionalidades por el país, omitiendo cualquier otro de españoles, o sin mencionar el del 1 de Mayo de hace unas semanas, que fue un homicidio, y que ejecutado por un español a un ciudadano magrebí —a lo que Ruz, en este caso, quiso incidir que ambos eran reincidentes y por cuestiones de estupefacientes—.

Ruiz hizo gala del discurso xenófobo ya conocido de Vox, al principio intentando no hablar de nacionalidades, pero sí implícitamente, con "un problema importado" y de personas "que no han querido integrarse", y habló de "barrios abandonados y desprotegidos", cuestión de competencia, en parte, municipal, y de "gente que viene a delinquir", cuando algunas operaciones recientes en el barrio, por delitos menores, han sido, al menos en parte, también de nacionalidad española. El edil habló de intentos de "desestabilizar barrios", cuando Carrús ha sido siempre ejemplo de convivencia, con trabajo comunitario importante de colectivos que ni se mencionaron por el Ejecutivo local, e incluso acusó al PP a nivel nacional, así como a los partidos de la oposición, de "favorecer una inmigración descontrolada, para fomentar que las mafias y las ONGs se enriquezcan".

Cuestión de enfoques y políticas públicas

Un debate, pues, que no estuvo exento de declaraciones contradictorias ni paradojas, y en el que el eje del discurso por parte del Ejecutivo, quien tiene las competencias, se centró en el argumentario que marca Vox y al que se ha sumado el PP, a nivel nacional pero también local —con la famosa moción del pasado año—, y centrado en las penas y la vigilancia, en lo que está de acuerdo toda la corporación, pero no en otras cuestiones más de fondo como la política de vivienda o integración. A pesar de todo, el alcalde habla de "preocupación", aunque reconociendo cifras generales bajas o delincuencia menor, como hizo hace unos días la Policía Local, mientras que para Subdelegación y Policía Nacional, no hay cifras especialmente gravosas y en o por debajo de la media. Sí hay cifras que pueden son o pueden parecer abultadas sin contextualizar, en el barrio más grande de la ciudad; y sin que quede claro si hay más intervenciones por proactividad del Cuerpo local o por avisos vecinales. La semana pasada se dijo lo primero y unos días después, lo segundo.