Elche

El potencial del biochar y la economía circular del plástico o la pirólisis: tecnologías avanzadas con legislación lenta

El IV foro de economía circular Conecoo abordó diferentes proyectos en materia de economía circular, así como sus retos y casos de éxito como los que aplican Aigües d'Elx o la startup de la UMH, Oscillum

Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

ELCHE. La Universidad Miguel Hernández (UMH) ha sido este martes la sede del ya tradicional foro Conecoo que busca impulsar y dar a conocer ya no solo las ventajas, sino el futuro que espera a las diferentes industrias con la economía circular. En esta cuarta edición, se han abordado los beneficios y ventajas del biochar, que es el carbón vegetal cuando es empleado como enmienda para el suelo de forma que pueda utilizarse para reducir las emisiones de CO2. También el mercado que queda por delante en la economía circular y el aceite de pirólisis, aunque ya empieza a abrirse, o el reto del reciclaje del plástico. En común con estos casos, el proceso circular para su uso en los diferentes ámbitos, pero también la lentitud de la administración para la legislación e integración en la economía. Asimismo, también se presentaron dos casos de éxito de aplicación real de la economía circular con Aigües d’Elx y de la startup de la UMH Oscillum, además de un proyecto en marcha del Ayuntamiento para el reciclaje de plástico.

Carbón vegetal para evitar emisiones de CO2

En cuanto al papel que juega el biochar en la primera mesa de debate, contó con Emilio Sánchez, de Desarrollo de Negocio de Greene Enterprise, con José Navarro, Catedrático de la UMH, responsable del área de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la UMH, y Pablo Martínez, gerente del Consorcio Terra. Sobre el biochar, que es biomasa de origen vetegal procesada por pirólisis (descomposición térmica de un material orgánico mediante calor), Emilio Sánchez plantea que es una "gran herramienta frente al Cambio Climático, y uno de los tres productos principales que surgen de la pirólisis de la biomasa". Se está investigando para 'secuestrar' el carbono y hacer del suelo un sumidero de emisiones de dióxido de carbono. Ahora con una normativa para que se certifique y pueda comercializar, "sacándolo del circuito de CO2 para llevarlo de nuevo a la tierra".

Para el investigador y Catedrático de la UMH, José Pedreño, su uso implica "solo beneficios". "Son residuos que tratamos para de transformar para volver a hacer carbón y que se está utilizando ya en diferentes campos como el agrícola, por ejemplo para subir el PH de suelos ácidos". Subraya que en Brasil por ejemplo se está utilizando mucho y que además de corrector de acidez de los suelos, "mejora su estructura". Ahora bien, como siempre, para una utilización cada vez más habitual y poder normalizar ese uso circular, hace falta que la administración se implique. Como explica el gerente del Consorcio Terra, Pablo Martínez para estos procesos, "la materia prima existe, pero las administraciones han de poner la infraestructura necesaria". E indica que para el biochar también hace falta que sea de calidad el residuo que entra. "En función de la materia prima para fabricar el biochar, en este caso pirólisis, saldrá una calidad u otra".

  • José Pedreño, Emilio Sánchez y Pablo Martínez - Fotos: RAFA MOLINA

Según sus necesidades, cada empresa necesita unas materias de una calidad determinada que se pueden ofrecer desde esas infraestructuras. "Dependerá de si lo tengo separado, si el cliente lo quiere con una determinada mezcla, de qué calidad...". Como explica que trabajan con algunos Ayuntamientos de la provincia, hay mucho margen por ejemplo de utilización con residuos domésticos. Aunque uno de los problemas viene con las concesiones de limpieza de las administraciones, porque poner un determinado contenedor por ejemplo para recoger palmácea, césped u otros contenedores, requiere una inversión y un acuerdo con los concesionarios para que haya margen de financiación.

Sánchez plantea que la implicación de los actores implicados es clave. Primero para una correcta segregación. Y destaca por ejemplo "el potencial con los departamentos de Parques y Jardines, si no se les da uso a esos residuos, acaban en el vertedero". Con la transformación para el biochar este ciclo podría fomentar la economía local y economía circular, evitar emisiones e incluso incendios o minimizarlos, al ser otra herramienta útil para la poda forestal. "Un triple impacto". Pedreño además añade que con el biochar "dejamos carbono en estado recalcitrante que no volverá a pasar a la atmósfera en muchos años. De entrada eso ya tiene muchas ventajas". De ahí se obtienen materiales con distintas características con la combustión a diferentes grados. Por ejemplo, derivados que se pueden obtener de cara a gases o aceites pirolíticos.

El problema de la regulación

Aunque el catedrático de la UMH asegura que se vive una "regulación terrorífica que no favorece la reutilización de estos materiales". A lo que añade que si una empresa quiere vender gas, por ejemplo de plantas depuradoras que los generan, si no se alcanzan el 60%, aunque llegue a porcentajes similares para ser ya utilizados como energía, no se puede. "Constriñe las opciones". El gerente de Terra añade que es importante por ello recurrir a herramientas administrativas como la compra pública innovadora y seguir desarrollando estas tecnologías en colaboración con empresas que están investigando. "Cuando dependemos de multinacionales o fondos de inversión, que solo queiren rentabilidad en 5 años es scomplicado. Cuando planteas cosas innovadoras como tres contenedores de residuo vegetal, no lo aceptan", lamenta.

A pesar de ello, el gerente esgrime que aunque sea "complicado" una salida externa para el compost generado "porque no hay mercado económico", este se puede utilizar para generar a nivel municipal "tu propia economía de subsistencia". Por ejemplo utilizándolo para Parques y Jardines para fertilizantes. En estos casos, Pablo Martínez habla de cómo facilitan gratis el compost del contenedor marrón a todos los Ayutamientos que han aportado al consorcio los residuos del contenedor marrón. 

  • Presentación del caso de éxito de Oscillum por Lluis Chimeno - Fotos: RAFA MOLINA

Para Emilio Sánchez, "no hay una solución mágica, no podemos utilizar biochar para toda la descarboización en Europa. Es la suma de muchos esfuerzos, de buscar combustibles sostenibles y mejoras de edificencia energética, de sistemas de captura de almacenamiento y uso de CO2". Aunque sí es una oportunidad para cubrir un tanto por ciento. "En España hay unos 20 millones de toneladas accesibles de poda forestal, solo se usa el 30%". Aunque insiste en la importancia de darle un marco legal para poder desplegarlo, "que no se mire todo con lupa (en referencia a Europa), somos especialistas en darnos un tiro en el pie". Pedreño concuerda, "vamos a necesitar fuentes alternativas y diversificar. Que exista esta oportunidad a partir de procedimientos de obtención de biochar, que se hacen desde economía circular... El proceso es prometedor". Y advierte que de no buscar estas soluciones alternativas de energía y circulares, "no seguiremos con la calidad de vida como que tenemos".

Del aceite de pirólisis desde el residuo al refinado de este aceite para biocombustibles

En cuanto a la segunda mesa, en ella se abordó uno de los grandes problemas en el reciclaje por su uso, el plástico, además del aceite de pirólisis. Intervinieron María García, ingeniera de innovación y desarrollo de tecnología en Moeve, Ángel Irles, auditor de Certificación Internacional de Sostenibilidad y Carbono (ISCC) y Juan Manuel Martínez, director de Desarrollo de Negocio en Greene. Este último ponía de relieve la tecnología de la empresa ilicitana, que a través de la pirólisis aplicada a los Residuos Sólidos Urbanos (RSU), mediante procesos de termoconversión, facilitan el obtener productos finales de estos aceites de pirólisis. "A través de nuestra tecnología obtenemos aceite de pirólisis, en estado líquido, y char, en estado sólido, ambos con aplicaciones industriales". Actualmente están llevando esta tecnología al mercado con cinco proyectos industriales en marcha, "cada uno con capacidad para tratar unas 40.000 toneladas de residuos al año".

Y precisamente apelaba a los denominados off takers, aquellas firmas que se interesan por estos aceites de pirólisis, sobre todo el sector petroquímico, están despertando itnerés en el mercado. Hacía referencia a Moeve, interesada en estos, como planteaba María García. La ingeniera recuerda que tras la obtención de ese aceite de pirólisis, el sector petroquímico tiene que refinarlo. Pero que en cualquier caso, "se desplaza el hidrocarburo fósil con este reciclado de los plásticos. No sacamos nada de hidrocarburo fósil del suelo y le damos una segunda vida al que ya tenemos ahí". Antes de llegar a ese proceso, incide en que lo primero y más básico, somo se apuntaba en la primera mesa, "es empezar desde la separación eficiente de los plásticos". 

  • María García, Juan Manuel Martínez y Ángel Irles - Fotos: RAFA MOLINA

En este sentido, el auditor Ángel Irles pone el énfasis en la trazabilidad de este sistema y en cómo están certificando estos procedimientos con los estándares de ISCC. Ha auditado plantas de todo el mundo, entre ellas alguna de Greene, que ya tiene en marcha cinco por todo el país, y señala el nivel de exigencia, "ahora con la directiva a nivel de renovables, la Red 3", que indica tiene un gran nivel de exigencia con los biocombustibles de las gasolineras. "Se valora que el combustible final venga del bio; que ha sido reciclado. Cuando hacemos una auditoría, debemos asegurar la trazabilidad respecto al índice de entrada, qué cantidades saldrán al mercado, el registro de cada lote, el balance de masas... Un análisis durante toda la cadena". En el caso de bios que vienen de plástico reciclado, qué nivel hay de gases de efecto invernadero. 

La ingeniera de Moeve añade que se puede aplicar el Carbono 14, "pero con las corrientes circulares derivadas del plástico, la única manera de conseguir trazabilidad es a través de estas certificaciones". Agrega que en la calidad del combustible bio influye lo que se mete, cualquier residuo afecta de una forma diferente, también en el caso de la introducción de materiales de pirólisis. "El problema de estos contaminantes es que son diferentes a los crudos fósiles. Nuestras plantas están preparadas para gestionar ciertos tipos de residuos. Hay que tener cuidado a la hora de meter corrientes y tener cuidado para no dañar el producto". Al final, "cuanto menos proceso intermedio, menos huella de carbono".

Dependiendo del sector, el nivel de huella de carbono asumible varía —por ejemplo, rangos de carbono más largos—. "Más que hacer el postratamiento de los aceites de pirólisis, es hacer el coproceso. Diluir estas corrientes en corrientes fósiles de manera que estos contaminantes queden en un nivel bajo para que no sea pernicioso y se incluya más huella de cabrono al proceso final". El denominado Life cycle assesment. El análisis de ciclo de vida que mide cada vez que estos materiales entran en el ciclo.

Un mercado incipiente

El director de Desarrollo de Negocio de Greene apuntaba que la peculiaridad con estas fracciones es que también hay cartón, restos de comida... Aparecen carbonos de diferente índole que van troceando y tratando de cara a su recombinación para la obtención del acecite de pirólisis. Con todo, y contestando a María García, Juan Manuel Martínez también destaca que este "es un mercado que se está generando ahora". Y que precisamente en el sector de la química ya hay índices para marcar los precios de estos aceites de pirólisis, de referencia y validados. Y subraya que hay mercado, "aunque quedan dudas a nivel normativo que se tienen que aclarar para que se acabe de dar un empujón en este sector".

Aclaraba que la pirólisis se conoce desde hace cuatro o cinco décadas, pero en el caso de Greene han desarrollado una pirólisis que recicla los RSU. "Una solución a estos residuos y a partir de ahí vamos a la química para la síntesis de estos productos. Un mercado incipiente en el que somos líderes a nivel de Europa porque son pocas empresas las que están en esta carrera". En cualquier caso, los tres ponentes coincidían en que se está avanzando y ya se mira a medio plazo cuál será este mercado de la energía circular. Explica Irles que "el 90 y mucho por ciento de materiales que serán biocombustibles tendrán poco futuro si no son auditados por nosotros. El plástico está yendo a más y hay materiales que son constantemente certificados e introducidos en la cadena".

  • Inma Lara, vicepresidenta del clúster de economía circular - Fotos: RAFA MOLINA

Por su parte, la ingeniera de Moeve señala que las grandes compañía que trabajan en hidrocarburos están trabajando en "dónde es mejor poder procesar estas corrientes para que tengan un rendimiento más alto", aunque aún es necesario que acompañe la normativa sobre todo de cara al reciclado químico frente al tradicional reciclado mecanizado. "Hemos hecho pruebas, procesando 300 toneladas de aceites de piróilsis sin tener que hacer ninguna modificación en la unidad que tratamos. Vamos cerrando el círculo". Los ecoparques son fundamentales para que "se separe de una forma más eficiente y que parte de ese plástico no acabe en el vertedero. La normativa es crucial". Zanjaba el responsable de Greene diciendo también que la barrera más complicada es la normativa. "Somos tecnólogos y valorizadores. Cuando ya no se pueda llevar más residuo a incinerar o al vertedero, no quedarán muchas más opciones más allá de la pirólisis a partir de 2035. Es vida o muerte del sector". Por lo que cree que los modelos de consorcios van a tener que cambiar. 

Clúster de economía circular

Asimismo, y fuera de las dos principales mesas, también se presentó el Clúster de Economía Circular de la Comunitat Valenciana, a cargo de su vicepresidenta, Inma Lara Vázquez, quien destacó la importancia de la colaboración entre empresas, centros tecnológicos y administraciones para acelerar la transición hacia modelos productivos más sostenibles. Un proyecto que "nnace desde una necesidad, la de acelerar la economía circular a nivel autonómico y hacerlo referente a nivel nacional". Muchas empresas quieren hacerlo bien pero se encuentran con pocas alternativas a cómo empezar. El objetivo de la asociación es acompañar en ese camino a los agentes implicados, impulsada por cuatro empresas.

Recibe toda la actualidad
Alicante Plaza

Recibe toda la actualidad de Alicante Plaza en tu correo