ELCHE. Aunque la parte nuclear de les Festes d’Elx es el Misteri, uno de los dos Patrimonios de la Humanidad de la ciudad, el otro y primero, el palmeral, guarda un estrecho y necesario vínculo con La Festa, y además tiene cada vez nuevos usos por el rescate de antiguas tradiciones que le otorgan un progresivo peso en los eventos patronales.
De una parte, el vínculo de identidad que mantiene la Festa con el palmeral, es evidente: la representativa palma blanca. Aparece en escena cuando María, a punto de morir, pide volver a ver a su hijo. Entonces el ángel de la Magrana desciende y le entrega la palma dorada: le anuncia que en tres días será su muerte y subida al cielo, pudiendo reunirse con él. Una palma dorada y brillante, cubierta de oripell, que servirá como elemento protector hasta su marcha. Una palma que la Virgen entrega a San Juan, único personaje de la representación que se mantiene siempre de pie, para que la lleve durante su enterramiento y muerte.
Un hecho que no es baladí, porque según la leyenda de las historias sagradas, María y José, junto al niño Jesús, en su huida hacia Egipto ante la persecución del rey Herodes, la palma también cumple una función protectora para la familia, con una palmera que les da cobijo y alimenta. Con la indicación de Jesús, premia a la planta con una rama suya que un ángel que baja del cielo se llevará al Paraíso. En el cielo esa palma adquiere ese carácter sagrado; y que en la representación del Misteri, donde lo místico y lo sagrado se unen —en uno más de sus misterios—, la palma vuelve a bajar del cielo, ya con ese aspecto áureo, para ser entregado a María. Una vez más, la función protectora.

- Palma blanca durante el Misteri -
- Foto: PEPE OLIVARES
Asimismo, aunque la palma blanca tiene distintos símbolos según las distintas culturas clásicas, también tiene un papel muy relevante en el cristianismo desde los evangelios apócrifos, y que a su vez fueron motivo de inspiración de los dramas sacrolíricos medievales como el Misteri d’Elx. Un elemento complejo de liturgia y veneración, también con significado de martirio a la vez que de flor del Paraíso, entre otros. Hay por tanto un vínculo muy fuerte entre la Virgen María y la palma o incluso la palmera por esas simbologías.
A la vez que la palma representa un símbolo milenario de pureza que confiere al Misteri un carácter especial, es un símbolo místico más dentro de la representación, otorgado a María en el mundo terrenal. Paralelamente, un elemento de vertebración de la sociedad que en la representación llega a su apogeo. Un paisaje religioso y cultural de mitos que se encarga de mantener viva la sociedad portadora, esto es, la ciudad de Elche y su pueblo. Y un elemento que tradicionalmente San Juan, al finalizar La Festa, deshoja para entregar al público. Así, sendos patrimonios confeccionan ese acervo donde la parte religiosa y popular se funden.
Un ejemplo claro y actual de esos vínculos es que la palma blanca ha sido elaborada artesanalmente, generalmente por mujeres, tras un largo periodo de encaperuzado. La comunidad portadora sosteniendo su identidad. Las mujeres, que se encargan de las palmas rizadas para el Domingo de Ramos, elaboran auténticas obras de arte, muchas de ellas con motivos del Misteri, como se pudo ver este año, con el Ternari o motivos asuncionistas, entre otros.

- Domingo de Ramos con palma ribeteada con el Ternari -
- Foto: PEPE OLIVARES
Los otros nexos con las fiestas
Asimismo, además de la gran y estruendosa ofrenda a la Mare de Déu el 13 de agosto, con el lanzamiento de decenas de palmeras durante la Nit de l’Albà, coronada por una nívea palmera de la virgen, hay más relación entre los dos patrimonios. En este caso, de una forma más reciente. En el pasado 2024, el equipo de gobierno recuperó la tradición de la plantación de tagetes en los huertos de palmeras.
Decenas de miles de tagetes se plantaron el pasado junio en el huerto urbano de Bernia y que se suman a los que ya hay en el Hort de Pontos, Dins y Malena. En total, cerca de 100.000 que se utilizarán el próximo 12 de agosto en la Batalla de las Flores que organiza la Federación Gestora de Festejos Populares.
Historia de los patrimonios
Por último, y a modo de curiosidad, una vez obtenida la declaración Unesco con el palmeral en el año 2000, se intentó hacer lo propio con el Misteri, buscando el reconocimiento del drama asuncionista mediante una propuesta 'conjunta' para que fuera galardonado a través del palmeral, como refuerzo del bien natural, ligando los huertos a la Festa precisamente por la palma blanca. Pero no fue posible. Hasta que el organismo internacional creó la lista para Patrimonios Inmateriales, que ya allanó el terreno.