ELCHE. La Junta de Gobierno Local tiene previsto otorgar mañana al vicario episcopal José Antonio Valero Pérez el título de “Hijo Adoptivo de Elche”, a modo de reconocimiento por su demostrado compromiso social y especial vinculación con La Festa. “Desde el primer momento, la implicación y el compromiso de José Antonio Valero para con nuestra ciudad y para con los ilicitanos quedaron bien patentes, habiéndose significado por su defensa pública de la importancia de la cohesión social para el desarrollo de la comunidad y de la lucha contra la injusticia y la pobreza, además de haber participado activamente en muy distintas facetas del avance de la ciudad y de sus habitantes”, ha manifestado el alcalde, Carlos González, en la moción que elevará este viernes a la Junta Local.
Valero Pérez, nacido en la pedanía orcelitana de Desamparados en 1954, fue ordenado en 1979 y llegó a Elche en 1990 con la responsabilidad de levantar un nuevo templo en Elche: Nuestra Señora de los Desamparados, cuyas obras arrancaron en 1995 y concluyeron en 1997. Más de treinta años ha pasado entre palmeras de una localidad ilicitana que anhela exaltar su valor como persona e incansable trabajo diario por los demás y por las más arraigadas tradiciones de Elche, destacando el amor por su querido Misteri, del que fue caballero portaestandarte en 2013 y miembro de su Patronato durante siete años. Incluso antes de establecerse en Elche, representó el papel de padre celestial.
Arcipreste, director de la Casa de Espiritualidad de Elche, docente… Responsable de la Vicaría III, correspondiente al Baix Vinalopó, fue partícipe en la proclamación de la obra sacrolírica como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001 y una de las tres personas de relevancia en la redacción y aprobación en 2005 de la ley autonómica que garantiza su protección.