ALICANTE. La empresa El Plantío Golf Resort retoma el proyecto de la segunda fase de su complejo turístico, que doblará la capacidad de alojamiento de sus instalaciones en la partida del Bacarot de Alicante, con la incorporación del estudio de impacto ambiental requerido en el trámite de solicitud de licencia de obra y actividad. Dicho informe -que no se acompañó durante la primera exposición al público de la propuesta, el pasado mes de enero- concluye que el planteamiento no conlleva una afección significativa sobre el entorno, en la medida en que el desarrollo de los nuevos bloques de apartamentos se plantea sobre suelo no urbanizable "objeto de atribución de usos deportivos y hoteleros combinado", en un ámbito en el que no existe vegetación preexistente ni limitaciones ambientales "que imposibiliten" la actuación proyectada. 

De hecho, el estudio recalca que la propuesta promovida por El Plantío Golf trata concluir las obras ya iniciadas, pero paralizadas hace cerca de una década, para construir otros 147 apartamentos en la parcela de 10.944,48 metros cuadrados anexa a las instalaciones actuales, por lo que la zona objeto del proyecto ya se encuentra "transformada". Es más, el informe recalca que la peor de las alternativas posibles consistiría en no intervenir, ya que las edificaciones inacabadas provocan un impacto paisajístico mayor que el que entrañaría su finalización. Es más, en esta línea, el estudio plantea un paquete de medidas correctoras con el que se trataría de reducir ese impacto final a su mínima expresión. 

Entre ellas, una de las más directas y evidentes tiene que ver con el diseño de los edificios y con la vegetación a implementar en el conjunto de los terrenos. Así, plantea que en el acabado exterior de los edificios se emplearán colores de bajo impacto cromático, en mate y con colores ocres, que permitan una mejor integración. Y, además, añade que se deberá integrar los edificios con vegetación arbórea ornamental "con limitación a las especies invasoras". 

Además, el estudio también incide en las medidas de control sobre la gestión de residuos y el tratamiento de las aguas para señalar que se evitarán los vertidos tanto a las aguas superficiales como sobre el terreno, de cualquier tipo de residuo líquido que se genere como consecuencia de la explotación de las instalaciones. De igual modo, se señala que todos los residuos se separarán y se gestionarán de forma separada.