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de la compañía Teatre Micalet

'El jardí dels cirerers', mejor espectáculo de teatro en los Premios de las Artes Escénicas Valencianas

ALICANTE. La noche se prometía feliz en el Teatro Principal de Alicante. El sector de las artes escénicas valencianas, pendiente de la próxima convocatoria de ayudas públicas que concederá la Generalitat Valenciana —para las que se han anunciado importantes cambios 'consensuados' con los artistas y las salas de exhibición—, acudía a la cita con las aguas calmadas y los ánimos templados. 

La prioridad no era otra que disfrutar del evento y alabar el buen hacer de los artistas y las compañías ganadoras de estos galardones que celebraban su segunda edición de la era del Botànic. Aun así, algún reproche se llevaron a causa de la mala gestión de las ayudas que se ha llevado a cabo hasta ahora. Con lo que no contaban era con la sentencia del Procés, que tuvo casi todo el protagonismo político.

El jardí dels cirerers, de Antón Chéjov, una de las grandes obras maestras del teatro universal que el escritor valenciano Manuel Molins ha versionado expresamente para la compañía Teatre Micalet, se alzaba con la estatuílla al mejor espectáculo de teatro. Una sección en la que competía con Homenaje a una desconocida, de Teatro de La Catrina, y con La piedra de la locura, de la Companyia Hongaresa de Teatre. 

El galardón al mejor espectáculo de danza recaía en CARMEN.maquia, del alicantino Gustavo Ramírez y Titoyaya Dansa. Mientras otro alicantino se hacía con el premio al mejor espectáculo de circo, ya que Lucas Escobedo, al tiempo que dirigía la propia gala, conseguía con Yolo su correspondiente galardón. Pero la producción del Teatre Escalante sumaría otro más, junto con el reconocimiento al mejor artista de circo, gracias al trabajo de Plácido Militano. El mejor espectáculo de artes de calle fue para Volat, de la compañía Pepa Cases. Mientras, el premio al mejor espectáculo infantil lo obtenía Horta, de L’Horta Teatre.

Público asistente a la gala. FOTOS: Pepe Olivares

Tórtola, producida por el Institut Valencià de Cultura (IVC), se llevaba el primer premio de la noche, pero no sería el último, porque se alzaba como una de las más premiadas con el reconocimiento a la mejor dirección escénica, que recaería en Rafael Calatayud; el premio a mejor texto, para Begoña Tena; así como el galardón al mejor vestuario, para Carmen Arce.

Pero la obra Tórtola compartía el protagonismo como la más premiada con Animal de séquia, otra producción del IVC que obtenía el premio a la mejor dirección coreográfica para la alicantina Sol Picó, mientras que el compositor Jesús Salvador Chapi ganaba el premio a la mejor composición musical y Lorenza di Calogero era galardonada como mejor bailarina. 

Precisamente el momento en el que Sol Picó debía recoger su premio fue uno de esos instantes en los que la política entraba en escena. La artista, que no pudo acudir a la gala al haber quedado atrapada en el aeropuerto de El Prat de Barcelona a causa de los disturbios ocasionados en respuesta a la sentencia del Procés, hablaba a través de un audio reproducido en los micrófonos en el que lamentaba el momento "triste" que, en su opinión, está viviendo la democracia.

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