ORIHUELA. Las salas blancas de Farmacia del Hospital Vega Baja, situadas en el sótano de las instalaciones médicas, van a adecuarse con una obra para renovar instalaciones y adecuar, tanto sus espacios como los anexos a las necesidades actuales del centro hospitalario. Se ampliarán nuevas instalaciones tras el derribo de algunas salas que ya no cumplen con las exigencias del equipo profesional. El presupuesto del Consell para estos trabajos es de casi 600.000 euros. El autor del proyecto es el arquitecto Juan López Maldonado y su plan fue aprobado en mayo de 2019. Desde principios de agosto, la mesa de contratación se encuentra esperando el visto bueno del informe de criterios técnicos para comprobar si la empresa candidata a la adjudicación es apta para realizar este trabajo. La única firma que se presentó al proceso es Eco-Fred Rubi, especializada en la construcción de salas blancas con la función es garantizar la calidad en operaciones de fabricación y control.
El Servicio de Farmacia del Hospital Vega Baja elabora medicamentos estériles para uso hospitalario y extrahospitalario desde que en 2007 pusiera en marcha la sala blanca, que era la única instalación de estas características de la provincia de Alicante. Desde allí se elaboran fórmulas magistrales de uso tópico, como cremas y pomadas, fórmulas orales, tanto liquidas como sólidas, y aquellas que son estériles, colirios, inyectables sistémicos y soluciones intravitreas. El uso más frecuente de las fórmulas magistrales se produce en el ámbito de la dermatología, la alergología, oftalmología, oncología, o el digestivo.
Ahora, en los trabajos que realizar, se contemplan derribos -totales o parciales- de alguna edificación. Hay incluidas en la ejecución de obras dos operaciones de derribo y de retirada de materiales, además de la adecuación de nuevas salas.
Las salas blancas requieren de nuevas medidas adaptadas a sus necesidades, porque en estas instalaciones se elaboran medicamentos que la
industria no fabrica, ya sea por falta de estabilidad, o por escasa rentabilidad. En muchos casos los medicamentos que se elaboran por la industria farmacéutica, no pueden ser administrado directamente a determinados grupos de pacientes con características especiales, y se hace necesaria una transformación previa por parte de los servicios farmacéuticos para que estos puedan ser administrados directamente. Gracias a la elaboración de determinados medicamentos, que los servicios de farmacia realizan a unos costes mucho menores que los fabricados por la industria farmacéutica, generan un ahorro económico al sistema sanitario.