ALICANTE. El grupo hostelero alicantino PIS PAS encuentra la horma de su zapato para poner en marcha el nuevo modelo de negocio -al margen de la reproducción de la cafetería Iruña de Luceros- en el que sus responsables venían trabajando desde hace más de medio año: el resurgir del mítico bar tradicional alicantino Las Chapas.
Se trata del establecimiento fundado en el barrio del Raval Roig en el año 1954 de la mano del hostelero Antonio Martínez, entonces bajo el nombre de Bar Antonio, que poco después se convirtió en Las Chapas. Más tarde, el bar y su concepto vivió una segunda etapa en dos locales diferentes situados en el barrio de Carolinas, que permanecieron activos hasta 2021.
PIS PAS pretende recuperar su idiosincrasia ahora, con el objetivo de que el nuevo Las Chapas pueda quedar abierto al público antes de las próximas navidades, esta vez en un nuevo emplazamiento: la calle Rafael Altamira. En concreto, en el local situado en las inmediaciones del Hotel Amérigo que ocupó la cadena castellonense especializada en los quesos Quesomentero hasta el mes de julio. "Buscábamos el emplazamiento adecuado entre un grupo de cuatro calles que considerábamos estratégicas como objetivo prioritario y ha sido ahora cuando lo hemos encontrado", explica Luismi Cifuentes, socio fundador de PIS PAS, al aludir a la búsqueda del local, en la que el grupo ha contado con la mediación de la consultora Inversale, especializada en el sector horeca.