ALICANTE. El contrato de redacción de proyecto del centro de congresos de Alicante, y de la sede operativa de Suma (el ente tributario de la Diputación) queda sujeto al escrutinio del Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC): el órgano dependiente del Ministerio de Hacienda que asume la resolución de conflictos en materia de contratación pública. El motivo no es otro que la interposición de un recurso contra el fallo del jurado de expertos en el que se seleccionó el diseño del futuro complejo. Se trata de una impugnación registrada por un particular, sin vinculación con ninguno de los estudios de arquitectura que participaron en el concurso, que deberá ser analizada por el TACRC para determinar si procede su admisión.
En principio, el motivo alegado en su recurso sí se ajustaría a los supuestos sujetos a análisis por el TACRC en la medida en que plantea que el jurado no se atuvo de forma estricta a los requisitos delimitados en las bases del proceso. Al menos, a juicio del recurrente, no se tuvo en cuenta uno de los puntos que debían reunir los anteproyectos concurrentes que dicho particular interpreta como ineludible y que, en su opinión, supondría un incumplimiento de sus bases.
En concreto, según fuentes consultadas, esa vulneración estaría relacionada con la condición de que los edificios proyectados entre las explanadas de los muelles 7 y 9 del Puerto de Alicante no alcanzasen la línea de mar en ninguno de sus extremos, de modo que pudiesen ser rodeados de forma peatonal, como se delimitaba en uno de los puntos del Anexo III del pliego de prescripciones técnicas del concurso. En su redacción literal se hacía constar que "la ciudadanía debe poder alcanzar la costa litoral en este punto, así como por la totalidad de la actuación, por el borde del mar, quedando por tanto conectado por la dársena interior, quedando lejos todo planteamiento que pueda resultar una barrera".
Lo cierto es que el proyecto seleccionado, presentado por los gabinetes Frade Arquitectos, Luca Poian Forms Limited y Prointec bajo el lema San Carlos plantea la construcción de tres edificios interconectados que recrean la configuración de un castillo en su disposición en el emplazamiento planteado por la Diputación. Y, en efecto, según la propuesta dada a conocer hasta ahora -pendiente de posibles modificaciones en la fase de redacción de proyecto de ejecución- el edificio destinado a albergar el centro de congresos linda directamente con la lámina de agua en su extremo este, aunque resulta transitable en el resto de sus lados.