ALICANTE. El Consell se afana en la búsqueda de soluciones para poder albergar a los refugiados ucranianos desplazados por el ataque ruso que puedan llegar a la Comunitat a través de los tres centros de ayuda y acogida delimitados por el Gobierno en el conjunto de España: los de Madrid, Barcelona y Alicante, en las instalaciones de la Ciudad de la Luz, hoy reconvertidas en sede del Distrito Digital.
En principio, esos centros deben servir solo como punto de recepción temporal, con la previsión inicial de que los refugiados puedan permanecer en ellos un máximo de entre 24 y 48 horas, según llegó a detallar este martes la subdelegada del Gobierno en Alicante, Araceli Poblador. "En principio, lo que se pretende es que estén aquí no más de 24 horas, no pernoctar" de modo que, después, se derive a estas personas donde el Ministerio de Presidencia diga, según explicó, en declaraciones recogidas por Europa Press. Y aunque no descartó la posibilidad de que se acabe habilitando estancias provisionales en alguno de los edificios del antiguo complejo cinematográfico, lo cierto es que ya se ha activado la planificación de otros recursos acondicionados para un uso residencial.
Entre ellos, según ha podido confirmar Alicante Plaza, figurarían los hoteles. De hecho, ya se ha sondeado a las principales asociaciones empresariales de la Comunitat, como Hosbec o la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante (APHA) con el fin de que puedan poner sus establecimientos a disposición de la administración en el caso de que resulte necesario. Se trataría de una medida similar a la que se activó durante las primeras oleadas del coronavirus, en las que se recurrió a los hoteles para medicalizarlos ante la posibilidad de que los hospitales quedasen saturados, con el fin de ingresar a los pacientes con cuadros clínicos menos graves. Finalmente, ese recurso acabó utilizándose de forma esporádica para acoger a trabajadores sanitarios contagiados que requiriesen de un emplazamiento en el que superar la cuarentena sin entrar en contacto con sus familiares, o como lugar de descanso entre sus turnos de trabajo.
Se estaría tratando de cerrar una compensación económica a modo de precio solidario para los establecimientos que se acaben sumando al programa de acogida
En el contexto actual, se trataría de contar con los alojamientos hoteleros para poder derivar a familias ucranianas que hayan huido de la guerra con el fin de proporcionarles un lugar en el que residir por un tiempo prolongado. Para ello, se estaría estudiando fórmulas de compensación económica para los establecimientos que decidiesen sumarse a ese destino. Así, se estaría perfilando una especie de precio de solidaridad para sufragar los costes de la manutención de los refugiados, con un funcionamiento similar al del programa del Imserso, con una aportación estatal por habitación ocupada y día, en función de la categoría de cada hotel que acabe incorporándose a ese programa de acogida.
Hasta el momento, se ha cuestionado a las asociaciones empresariales del sector para evaluar las plazas disponibles en el conjunto de la Comunitat, así como la predisposición a participar en ese programa. Y, en principio, se habría confirmado esa colaboración hasta el punto de que se estaría sopesando la posibilidad de que pudiese reabrir algunos de los alojamientos que todavía permanecían sin actividad entre los asociados de Hosbec.