CALP. El municipio de Calp ya tiene uno de sus símbolos arqueológicos protegidos. Por fin, el yacimiento romano de los Baños de la Reina es Bien de Interés Cultural. Han tenido que pasar 22 años para que el inicial expediente, impulsado por el entonces alcalde popular Javier Morató iniciara el trámite que durmió el sueño de los justos en los 20 años de la administración autonómica del PP. Ahora, los restos romanos, emplazados en primera línea del mar, no gozarán de la mayor protección posible, sino también de más fondos públicos por ley para seguir con las excavaciones de lo que fuera una villa romana hace más de 2.000 años.
Después hay otra patata caliente, que es el suelo urbano que hay alrededor del yacimiento. El consistorio que preside César Sánchez ya ha ido adoptando medidas para evitar su edificación, pero con un precio muy elevado, no económico, pero sí de más edificabilidad en otras partes del municipio. Los afectados, las empresas propietarios, ya han sido compensadas en su mayor parte y se han beneficiado del stand by del proceso de declaración del BIC, que todos los partidos políticos querían, pero hasta hace dos años, nadie movió un papel por ella.
Ahora, los propietario que todavía no han recibido compensación lo tendrán más difícil: el suelo de los alrededores goza de mayor protección, aunque siempre podrán, como el resto de afectados, alcanzar acuerdos con el consistorio para recibir dinero o derechos de urbanización en otras partes del municipio. Ahí van tres ejemplos: