ALICANTE/ELCHE. El pasado 13 de enero se cerró un acuerdo entre la Universidad de Alicante, la Universidad Miguel Hernández y la Generalitat Valenciana por el que se ponía fin al conflicto generado por la implantación del grado de Medicina en la UA y la posibilidad de que sus estudiantes pudieran hacer prácticas en más hospitales. En definitiva, en compartir centros sanitarios, que no hubiera exclusividad. El presidnet Carlos Mazón reunió a los dos rectores y a los consellers de Sanidad y Educación para presentar el acuerdo: consistía en que todos los centros hospitalarios públicos de la Comunitat Valenciana dejaban de tener exclusividad para una universidad y que pasaban a ser lugar de prácticas no solo para estudiantes de la UA y la UMH, si no también en un futuro con todas universidades valencianas. Además, a la UMH se le daba la posibilidad de recuperar el grado de Enfemería, que el Gobierno del Botànic había denegado y a cambio, renunciaría a presentar recurso de la sentencia del TSJ que validaba los estudios de Medicina de Alicante ante el Supremo. Al menoss, eso es lo que se dejó entrever ese día.
Ese acuerdo ha saltado por los aires este martes, cuando el rector de la UMH, Juan José Ruiz, ha anunciado que sí acudía a la vía de casación para que el Supremo previse la sentencia del TSJ. De acuerdo con la comunicación pública del rector ilicitano, no hay rotura de acuerdo alguno. Ahora bien, otra cosa es como presentó Carlos Mazón la alianza ese día, y como la intentó exhibir en la toma de posesión de la rectora Amparo Navarro en el campus de la UA. Juan José Ruiz insiste en que mantendrá el acuerdo de las prácticas y para que el Grado en Medicina en la UA se desarrolle en las mejores condiciones posibles y con las mayores garantías de calidad para todos los estudiantes de Medicina de la provincia de Alicante". Sin embargo, el litigio se mantiene y, por tanto, decae el argumento de que la estéril batalla entre los dos campus ha terminado.

El rector de la UMH se agarra a lo que también dijo ese 13 de enero: que discrepaba del fallo del TSJ, pero dijo que, pese a ello, no lo iba a recurrir. Ahora, sin embargo, persiste porque considera "totalmente incoherente, insólita y carente de fundamentos jurídicos adecuados" esa resolución judicial. ¿Qué ha cambiado? "Un periodo de reflexión que se ha visto condicionado por las actitudes, aun no siendo firme la sentencia, de algunos políticos y medios de comunicación, quiero anunciar que la UMH va a continuar con su derecho a recurrir una sentencia con la que no puede estar de acuerdo", enfatiza. Y apunta que "por coherencia, responsabilidad y salvaguarda de los intereses de la UMH, no podemos dar por 'verdades judiciales' las injustas afirmaciones contenidas en el dictamen".
En la Generalitat tampoco se dan por aludidos, pese a que Mazón vendió con todo tipo de detalles el acuerdo entre las dos universidades. El Consell no entra en las decisiones de las universidades, apuntan fuentes del Gobierno valenciano. Y consideran que esa decisión "no compromete el tema de prácticas". La Generalitat , como ya se dijo, "está trabajando para que los estudiantes de ambas universidades tengan la mejor formación en prácticas. En ello está trabajando la Conselleria de Sanidad a través de la Escuela Valenciana de Estudios de la Salud (EVES)", defienden.
Si cuando se conoció el primer recurso de la UMH y el posterior allanamiento de la Generalitat en la causa -y un verano lleno de idas y venidas-, ya se sabía que las consecuencias del fallo no iban a ser inmediatas. De haber estimado el recurso de la UMH, la UA hubiera acudido igualmente al Tribunal Supremo. Ahora bien, otra cosa hubiera sido la negociación para el asunto de las prácticas: con el fallo del TSJ, la UA reforzó su posición porque negociaba de igual a igual. Y a la UMH tampoco le fue mal porque se le ha dado la oportunidad de recuperar Enfermería. La incógnita es saber si éste último gesto -legal y lícito- minusvalora la confianza entre los gestores de los dos campus. Es lo que está por ver. La UA, por el momento, guarda silencio.