VALÈNCIA.- En el libro De Tutucán a Cantutú (Libros Indie) nada es lo que parece a simple vista. Ilustrado por el artista gráfico Vicent Beneito, la publicación viene avalada por Jorge Maronna, fundador de Les Luthiers, quien define el libro en la contracubierta como una obra «rebosante de ideas y sorpresas, poético, con lindos toques de humor y un final emocionante».
«Es un libro para niños que encanta a los mayores», explica su autora. La obra está formada por cinco cuentos relacionados entre sí «en donde nada es lo que parece a simple vista, porque todo depende de la perspectiva desde la que se miren las cosas». De hecho, «según la edad que tengas al leerlo entenderás unas cosas u otras».
Con una estructura circular, en donde el fin es el principio, De Tutucán a Cantutú invita al lector a recorrer todo un mundo imaginario atravesando cinco reinos sorprendentes. En el camino se encontrará un príncipe que estornuda por las manos, una princesa que sabe muy bien lo que quiere, un pincel que todo lo pinta enamorado de una goma que todo lo borra, una sardinita y un tiburón que trabajan juntos por alcanzar sus sueños y un pueblo que caza palabras para alimentarse de historias.
«Los cuentos se pueden leer de forma independiente, pero si los lees todos juntos adquieren un sentido diferente», señala la autora. De hecho, el libro está concebido «como un viaje» que empieza en Tutucán, donde habita el Príncipe Estornudos, «que estornuda por las manos y que resulta incómodo para la vida en la corte», hasta Cantutú o el País el Mundo al Revés, donde gobierna el Príncipe Sano y donde la princesa Coralinda, personaje secundario hasta el momento, se convierte en auténtica protagonista de toda la historia.
A través de personajes sorprendentes, aventuras inesperadas y mucho sentido del humor, De Tutucán a Cantutú seduce a niños, padres y profesores por su imaginación desbordante y por los valores que transmite: diversidad cultural, aceptación del otro, integración, convivencia, igualdad y cultura del esfuerzo. De hecho, «el libro tiene un público muy diverso», asegura Irene Genovés. «Me lo han pedido para programas de animación a la lectura en colegios, pero en las ferias del libro también lo han comprado adultos que querían regalarlo a sus parejas, adolescentes que se quedaban enganchados con el trasfondo de las historias y, por supuesto, muchos padres para sus hijos pequeños».