Deportes

Todos responsables, para bien y para mal

  • Banquillo del Hércules en Ceuta

ALICANTE. El técnico del Hércules Rubén Torrecilla se quejaba amargamente este sábado de que su equipo encajaba el 80% de los goles en los últimos minutos: "Recibimos el ochenta por ciento de los goles en los últimos minutos, en el 93, 94 o 95", señalaba después de que el Ceuta le lograse empatar en el minuto 93 el choque que disputaban. No es para menos, si tenemos en cuenta que con los del sábado son ya 14 los puntos que han visto volar en los compases finales de las 29 jornadas disputadas del presente curso liguero. 

Ahora bien, el que se cerrase con empate el choque de los blanquiazules en el Alfonso Murube no solo fue justo, es que viendo los méritos de uno y otro conjunto se antoja hasta inmerecido para los de Torrecilla, toda vez que de no ser por la falta de puntería de los jugadores rivales y el acierto de Carlos Abad... puede que el arrebato de genialidad en la forma de pared de doble tabique que levantaron Artiles, Javi Moreno 'Nico' Espinosa seguido del gol de penalti del primero se hubiese dado igual, pero no lo es menos que en nueve de cada diez encuentros similares con un resultado bien distinto del que reinaba en ese momento en el marcador, a un cuarto de hora para el minuto 90. El enésimo centro lateral mal defendido de la tarde (y de la temporada) terminó siendo el agujero negro por el que se fueron las aspiraciones blanquiazules de regresar a la zona de 'play-off' de ascenso a LaLiga Hypermotion al cierre de la jornada y otra buena cuota de las que tenía de hacerlo a la finalización de la fase regular, por mucho que las matemáticas digan lo contrario.

En Ceuta, el Hércules volvió a verse lastrado por los errores atrás, pero también por las bajas y la falta de armario. El que otra vez hasta nueve futbolistas del equipo del año pasado formasen en el once es consecuencia tanto de las lesiones como de la pobre planificación deportiva realizada. Los conjuntos que necesitaban una marcha más la buscaron en enero, pero no así el blanquiazul que ha pasado de tener opciones de despedir alguna jornada de la primera vuelta liderando la clasificación a ver en la segunda pasar las semanas fuera de la zona noble y sin tampoco transmitir sensaciones que hagan creer en que puede pegar un arreón como el del curso pasado, por mucho que el calendario se suavice (o no, pues ahora todos necesitan los puntos tanto o más que uno) tras medirse a Ceuta, Ibiza y Antequera, aunque solo sea por el número de envites que disputará en el Rico Pérez.

Enrique Ortiz, propietario del Hércules CF

 

El entrenador y los jugadores que sacaron al Hércules de la segunda planta del sótano del fútbol español lo tienen con la permanencia virtual en el bolsillo a falta de nueve jornadas para que expire la fase regular en Primera Federación. Ese es un hecho que merece un reconocimiento del que también son acreedores Francisco Peña como secretario técnico y Enrique Ortiz por ser quien puso el dinero en una división ruinosa como la cuarta: por haber armado el primero con el apoyo económico del segundo ese bloque en Segunda Federación que hoy da para mantenerse en una categoría por encima. Pero todos los anteriores también merecen un buen tirón de orejas porque todo un Hércules tenga que volver a conformarse con el papel de espectador de las celebraciones del resto, pese a competir en una Segunda B maquillada y más concretamente en un grupo 2 de perfil bajo tirando a pobre. Lo anterior es resultado de la política de madurar los encuentros que practica Torrecilla, sazonada (para más 'inri') con errores defensivos recurrentes de sus futbolistas, y que no haya más cera que la que arde a nivel de equipo porque ni Peña acertó en verano con los fichajes ni en invierno se hizo el esfuerzo que había que hacer, algo de lo que hay que responsabilizar al secretario técnico, puede que en algún caso concreto al entrenador (en el de Dani Romera, para más señas), pero especiamente a Ortiz porque en Primera Federación, con más de 12.000 abonados y un club convertido en una suerte de teletienda (solo hay que ver sus redes sociales) la plantilla de verano la paga lo anterior y no el constructor. De su bolsillo sí debió salir de cara al mercado de invierno el dinero necesario para apuntalar a base de bien un equipo que necesitaba reforzar todas sus líneas salvo la portería si se deseaba ascender, meta que el propio Ortiz puso sobre la mesa en diciembre, ante la atenta mirada de plantilla, 'staff' técnico, patrocinadores, prensa y algunos de los brujos visitadores que le frecuentan y que ya eran los primeros que por aquel entonces le advertían que debía apostar económicamente... hartos de ver al Elche, Eldense e incluso Intercity (por ceñirnos al círculo más próximo) celebrar.

Como siempre cuando se trata del Hércules, los únicos que no tienen ninguna culpa son sus sufridos aficionados.

 

Recibe toda la actualidad
Alicante Plaza

Recibe toda la actualidad de Alicante Plaza en tu correo