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Lo del Hércules, la Generalitat y el Rico Pérez es de traca, nunca mejor dicho

  • Así está el estadio Rico Pérez

ALICANTE. La afición del Hércules se ha revuelto a base de bien contra la Generalitat, el Ayuntamiento de Alicante y el propio club por el deplorable estado del estadio Rico Pérez. Los algo más de seis mil espectadores que el pasado fin de semana, precisamente coincidiendo con el quincuagésimo primer aniversario de la inauguración de la instalación, asistieron en ella a la disputa de la edición XXIX del Trofeo Ciudad de Alicante sufrieron por enésima vez sus deficiencias, tanto de mantenimiento como estructurales.

El paso de los años, la indolencia de los sucesivos propietarios, empezando por el propio club blanquiazul, hoy mero arrendatario del estadio titularidad del Consell, pesan sobre el mismo como lo hace la lápida de una sepulcro: a las deficiencias graves en la estructura (accesos, gradas y otras zonas comunes como escaleras, pasillos, cuartos de baño o la zona de prensa) y el antediluviano equipamiento (iluminación artificial, megafonía, videomarcador o sillería) se suma la ausencia de un mínimo razonable de plazas de aparcamiento y de accesos para personas con movilidad reducida o el que los bajos hace tiempo que se hayan convertido en oficioso albergue municipal de transeúntes (estos no tienen ninguna culpa) y centro de reparto de metadona y comida por Cruz Roja (ni esta ni los beneficiarios de su ayuda tampoco la tienen). Esa es la postal con la que la ciudad de Alicante recibe cada 15 días a las aficiones visitantes que vienen a apoyar a sus equipos en los partidos con el Hércules.

Son problemas que el pasado sábado tampoco regatearon los representantes del Consell y del consistorio que siguieron desde el palco el choque entre el equipo blanquiazul y el Real Murcia, como también los 8.000 espectadores que semana y media antes se dieron cita para el primero de los dos 'derbis amistosos' programados este verano entre el Hércules y el Elche. La situación fue especialmente sangrante en este último caso porque un buen número de aficionados del eterno rival (quienes tienen el honor de disfrutar de un estadio Martínez Valero solo 12 meses más joven que el Rico Pérez, pero que se encuentra a años luz del mismo y no solo por su conservación, también por su diseño, además propiedad del club franjiverde) se vieron atacados por una plaga de abejas... que este sábado seguían campando a sus anchas por el otrora coliseo blanquiazul.

La instalación de la calle Foguerer Romeu Zarandieta nació antigua y si bien ha sido parcialmente remodelada en dos ocasiones, coincidiendo con dos de los tres cambios de propiedad que han tenido, hace tiempo, demasiado, que superó el punto de no retorno. Afortunadamente para todos no ha habido que lamentar daños personales graves, pero se han comprado muchas papeletas para que suceda... y además en momentos en los que habría tenido eco nacional e incluso internacional. Imaginemos que el desplome del cabezal de una de las torres de iluminación sucedido en febrero 2013 hubiera tenido lugar durante alguno de los citados partidos o en abril 2022, cuando 9000 espectadores asistieron al amistoso entre las selecciones absolutas femeninas de España Brasil; en enero 2023, cuando se congregaron 25.000 para seguir un Intercity-Barça de Copa del Rey; o en mayo de 2024, cuando hicieron lo propio 28.000 con motivo de un Hércules-Lleida en el que el primero logró el ascenso a Primera Federación.

Tres propietarios y dos reformas en entredicho

El Rico Pérez inaugurado en agosto de 1974, tras 18 meses de obras bajo la dirección técnica del arquitecto Francisco Muñoz Llorens que requirieron una inversión por parte del Hércules de 169.000 euros. Eran otros tiempos, pero la peculiar fisonomía del mismo, con gradas asimétricas, pocas escaleras y puertas... a diferencia de otros estadios construidos en la misma época reflejan que no se trataba precisamente de una construcción vanguardista. 

Apenas siete años después de su inauguración sería objeto de su primera reforma parcial, precisamente con motivo de un Mundial, el del año 82 del siglo pasado que entonces organizó en solitario España. La misma consistió en la construcción de la bautizada como Grada del Mundial, incrementando el aforo hasta los 33.000 espectadores, aunque el mismo se reduciría en 1997 hasta los 28.000 con la instalación de asientos que 30 años después y pese a encontrarse a la intemperie, no han sido sustituidos en su inmensa mayoría (y así están).

La segunda reforma parcial del Rico Pérez se llevó a cabo en 2010, tras el último ascenso a LaLiga EA Sports del Hércules. La misma corrió por cuenta de Aligestión Integral, mercantil del entorno de Enrique Ortiz que había quedado obligada a invertir 4,2 millones en los anterior tres años antes, cuando se la adquirió al Ayuntamiento de Alicante

Este fue el segundo propietario que ha tenido el estadio en casi ya 51 años de vida: el primero fue el propio Hércules, que en 1994 se lo vendió al Ayuntamiento a cambio de 5,4 millones de euros. Fue un momento en el club blanquiazul estaba obligado por ley a convertirse en Sociedad Anónima Deportiva, pero la deuda que arrastraba con la Agencia Tributaria y la Seguridad Social lo dificultaban sobremanera. Sin embargo, gracias a la citada venta, el Hércules ingresó el dinero necesario para poner a cero su deuda con la Administración Pública.

En 2007 llegó el tercer cambio de propietario del Rico Pérez, cuando Aligestión se lo adquirió al Ayuntamiento por 7,8 millones de euros. Sin embargo, 10 años después y en el marco del proceso de liquidación de aquella mercantil (al ser insolvente para cumplir con sus obligaciones, especialmente, la devolución de un aval público por 18 millones) el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) se convirtió en el cuarto propietario del otrora estadio del Hércules, al hacerse con el mismo en subasta pública y por 3,7 millones de euros (el banco del Consell era el máximo acreedor de Aligestión, por lo que de la citada suma invertida recuperó 2,5 millones).

En puertas de las Elecciones Municipales y Autonómicas de mayo de 2023, el IVF puso en marcha una serie de obras de emergencia que vivirían semanas de paralización por falta de presupuesto y que finalizarían en julio de marea abrupta, dejando a medias la resolución de algunas de las contadas deficiencias sobre las que se trabajó: por ejemplo, se repararon solo las juntas de una mitad de la Grada del Mundial, sobre las de la otra (y el resto de gradas) no se actuó pese a que era en la que precisamente hay mayores filtraciones.

En septiembre de ese año se haría viral un vídeo grabado durante un partido oficial del Hércules en el que se podía ver arder un tramo de cableado eléctrico en el Fondo Norte... cuando la actualización de la instalación eléctrica era uno de los objetivos que se había marcado el IVF con las citadas obras de emergencia, que fueron anunciadas en precampaña, asegurando que en su primera fase implicarían una inversión de 500.000 euros (la primera que hacía el banco del Consell en el Rico Pérez desde que en 2017 se había convertido en propietario), pero finalmente conllevaron un desembolso de 247.346,17.

Siempre pierden los mismos: los contribuyentes en general y los usuarios del Rico Pérez en particular

PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem gobernaron la Generalitat hasta la primavera de 2023, tratando de poner en marcha en su último año de legislatura un proyecto bautizado como 'Alicante Arena' y con el que se buscaba reconvertir el estadio en una instalación multiusos (al estilo del 'Alicante Park' que trata de impulsar el Intercity), si bien todo quedó reducido a varios informes técnicos. Tampoco le ha ido mejor al Rico Pérez con el PPCV y Vox en el Palau de la Generalitat, pues ni se dio continuidad al citado proyecto 'Alicante Arena' ni se apostó por una alternativa.

Al menos se ha conseguido en los últimos años que el Hércules se ponga al día con el pago del precio (ridículo, por otro lado) del arrendamiento de la instalación, aunque de eso tiene buena culpa el desarrollo del procedimiento abierto ante el Juzgado de lo Mercantil sobre el uso del estadio que, por cierto, se cerró en febrero de 2024 de manera favorable al club.

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