ALICANTE. La película de miedo que representaba el Marbella-Alcoyano de este domingo para ambos conjuntos y sus sufridos aficionados acabó bien para los visitantes que, con un brillante Antón y tantos de Losada y David Velázquez, lograban poner fin a una racha de nada menos que seis jornadas sin conocer la victoria.
Esos seis envites en los que los blanquiazules solo habían sido capaces de sumar tres puntos de 18, merced a tres empates a nada y otras tantas derrotas (en las que encajaron ocho tantos y solo anotaron uno), les habían llevado a caer a la zona de descenso por segunda vez en el curso y también segunda tras el tercer relevo en el banquillo, el que conllevó que Vicente Mir se pusiera al frente del mismo. A nadie le escapa que el técnico valenciano salvó este domingo una bola de partido y es que en el choque disputado en Puerto Banús no le valía otra cosa que no fuera el triunfo de los suyos, teniendo en cuenta el mes y medio sin ganar que arrastraba y que se medía a un rival directísimo. Al final y no obstante la victoria de otros dos de los cinco conjuntos que arrancaban la jornada en la zona roja, concretamente Algeciras e Intercity, el Alcoyano no solo lograba romper la mala dinámica de resultados, también pasar a marcar la permanencia... y Mir incrementar hasta los 12 piuntos (de 33) los obtenidos con él al frente de la nave (tres victorias, tres empates, cinco derrotas, cinco goles a favor y 11 en contra), lo que le lleva a firmar un promedio de 1,1 por partido (mejorando el que firmado por 'Juli' Cerdá, con quien el equipo sumó seis puntos de 18 -promedió uno por encuentro- y acercándose al de Vicente Parras, con quien el Alcoyano obtuvo 16 de 36 puntos posibles -promedió 1,33 por partido-).
Pese a conseguir la octava victoria en 34 jornadas (que se dice pronto) y escapar con ello del descenso, ni mucho menos la amenaza de caer a la Segunda Federación se ha esfumado. Es más, conviene recordar que este domingo el Marbella (que está hecho unos zorros) hizo méritos para que el choque finalizara con como mínimo un resultado más ajustado.
Los blanquiazules tienen por delante nueve jornadas en las que han de verse las caras con cuatro rivales directos (Fuenlabrada, Recreativo, Sanluqueño, Algeciras e Intercity), un aspirante al campeonato (Ceuta) y tres a disputar el 'play-off' (Mérida, Atlético de Madrid B y Real Madrid Castilla). Nueve conjuntos ante los que en la primera vuelta el Alcoyano cosechó 11 puntos que le llevarían a la cifra de 45 (ahora cuentan con 34) a la finalización de la fase regular, una puntuación que todo apunta a que bastaría para eludir el descenso esta campaña y que en las tres temporadas anteriores también sirvió para salvarse en el grupo 1 (la permanencia estuvo en los 42 puntos en la 2021/22, en los 44 en la 2022/23 y en los 43 en la 2023/24), pero solo una en el grupo 2: el curso pasado el Intercity fue el último en escapar de la quema con 45 puntos, mientras que en el 2021/22 se necesitaron 48 y 47 en la 2022/23 para no perder la categoría.
Reflexión urgente, ahora y en junio
Se impone una profunda reflexión no solo ahora en el seno del vestuario, a nivel de jugadores y entrenador, también en junio en los despachos, pues resulta del todo incomprensible que un equipo armado el pasado verano para pelear como mínimo la clasificación para el 'play-off' de ascenso a LaLiga Hypermotion tenga su continuidad en Primera Federación pendiendo de un hilo a estas alturas de curso.
Por mucho que sea cierto el argumento de que la plantilla no es precisamente barata, que Juan Carlos Ramírez no mienta cuando defiende que se ha hecho una apuesta económica importante (con cargo a su bolsillo, pues este sigue siendo el monocultivo del que vive el Alcoyano, por mucho que haya voces interesadas en defender lo contrario), la realidad es que los resultados deportivos están a años luz de lo esperado... por segunda campaña consecutiva. Huelga decir que aquí no hay nadie que no tenga su parte de culpa en la situación del Alcoyano, que se esperaba bastante más de algún que otro fichaje rutilante, pero a nadie le escapa que tanto vaivén en el vestuario 2024/25, tanto a nivel de jugadores (se ha acudido al mercado de fichajes invierno, también al mal llamado 'mercado de parados') como de entrenadores (son ya tres los que han estado al frente del banquillo en 29 jornadas), no ha ayudado precisamente. Tampoco lo hizo el sainete del famoso cambio de domicilio, y que primero en la pretemporada y luego durante la temporada el Alcoyano realice el grueso de sus entrenamientos lejos de su casa. Con la calculadora en la mano hemos visto que por ese camino se puede esquivar por segundo año consecutivo la bala del descenso, pero se seguirá jugando con fuego.