ALICANTE. "El Dios de la Tormenta quiso abrir la caja de los truenos y tronó", canta (después de escribir) Joaquín Sabina en 'El rocanrol de los idiotas'.
Por segunda jornada los errores atrás condenaban al Hércules de Rubén Torrecilla que tras tres encuentros está muy lejos de lo esperado y no solo a nivel de resultados. El pasado viernes, ante el Algeciras, la defensa volvió a hacer aguas, como una semana antes en Can Misses o en mayo pasado, frente al mismo adversario y también en el Rico Pérez, como si no hubiera habido un mercado de fichajes de verano de por medio. Uno de los refuerzos de campanillas concretados a lo largo del mismo, un central por el que el Hércules ha abonado al Alcorcón 100.000 euros para que juegue de blanquiazul a cambio del 50% de un futuro traspaso, protagonizaba una jaimitada que no escapó al 'Football Support Video' (FSV): Rentero dejó a los suyos en inferioridad numérica a los diez minutos de juego al cortar con la mano una ocasión manifiesta de gol y ahí empezó a acabarse un envite para el Hércules que ya había arrancado regular.

Además de apostar por 'Samu' Vázquez en detrimento de Sotillos en el lateral derecho, al igual que frente al Tarazona y a diferencia de ante el Ibiza, Torrecilla optó por el triple pivote (1-4-3-3), lo que supuso la suplencia de Unai Ropero y que Colomina y Ben Hamed estuvieran acompañados en la zona ancha por Mangada. Pero el pivote alicantino fue el damnificado por la expulsión de Rentero, pues dejó su sitio en el verde al jovn Cantero, quien pasó a acompañar en el eje de la zaga a un 'Bolo' que evitó por partida doble que Obeng ya pusiera en ventaja al Algeciras antes de un descanso al que se llegó con los blanquiazules reclamando sin suerte al FSV un penalti sobre 'Samu' que no fue tal.
Si en el entretiempo del choque de la segunda jornada hubo variación en el lateral derecho, el viernes lo hubo en el izquierdo donde Torrecilla daba entrada por ‘Retu’ pero, no obstante los dos cambios en 35 minutos que afectaban a la línea defensiva o precisamente por ellos, el equipo continuó haciendo regalos atrás a un rival que terminó aprovechándolos: primero Cantero con una pérdida que llevó el balón al córner y después 'Bolo' con un error de marcaje a la salida del mismo. El central vasco, que instantes antes había evitado que Rastrojo aprovechara la pérdida de Cantero, se comía la marca de Mayorga, quien batía de cabeza a Carlos Abad. Y a partir de ahí, se acentuó el quiero y no puedo en ataque (y en fase defensiva, porque lo de la presión adelantada...) que se extendía desde el gol de Ben Hamed al Ibiza: el técnico sustituyó a Soldevila, Fran Sol y Rojas por Aranda, 'Slavy' y Jéremy de León, pero ni por esas. Es verdad que jugar con un hombre menos daba pocas opciones tácticas, pero también que más allá de con sendos remates compases finales del extremo purtorriqueño y de ‘Bolo’, a lo José Ramón Alexanco, el Hércules no dio ninguna sensación de poder batir a un 'Samu' Casado que vivió una visita a Alicante aún más plácida que la última.

Es decir, que mal en defensa y en ataque por segunda jornada consecutiva y tras un primer encuentro en el que el equipo se hizo acreedor de la notad de notable raspado, siendo generosos.
Esto acaba de empezar, conjuntos como el Real Murcia o el Nàstic de Tarragona no andan mucho más finos, el Eldense se pareció en Teruel más al de Sabadell que al de la segunda jornada en el Nuevo Pepico Amat contra el Villarreal B, el Ibiza ya no cuenta sus partidos por victorias y el Alcorcón es segundo con seis puntos, tras perder un encuentro y ganar dos. Lo anterior es así, pero también el Hércules es un club tan histórico como histérico y si el saldo de los envites con Cartagena en el Municipal Cartagonova y con Alcorcón en el Rico Pérez no es de al menos cuatro puntos… más de uno empezará a dejarse ver con unas pinturas de guerra que lleva puestas desde antes del verano, se diga lo que se diga oficialmente. "Los mismos alfileres de vudú, el mismo cuento que termina mal", canta también Sabina.