ALICANTE. Desde el universo de Star Wars hasta el castillo de Montemar, la imaginación de Adolfo Catral ha recorrido galaxias lejanas y pueblos cercanos con la misma pasión. Nacido en Alicante en 1971, Catral, de apellido también alicantino, es un ingeniero informático y matemático que, tras años de trabajo por turnos en seguridad, ha convertido su tiempo libre en un proyecto tan ambicioso como emocional: escribir un libro por cada municipio de la provincia de Alicante.
"Siempre me gustaron la ciencia ficción y las historias espaciales", explica el autor, recordando sus inicios literarios con una saga estilo Dune o Star Wars. Pero pronto se encontró con un comentario que le cambió el rumbo. "Una amiga me dijo que la ciencia ficción tiene muy poco público, así que decidí probar con otra cosa; algo que me conectara también con mis raíces", recuerda.
Esa conexión se llama Alicante. Y es que salió de su ciudad natal a los ocho años, cuando su familia se trasladó a Colombia, y Catral creció lejos de una tierra que le había marcado para siempre. "Me arrancaron de Alicante; yo vivía muy bien en la calle García Morato, muy cerca del Mercado Central, pero de pronto me vi en otro continente, desarraigado, y siempre sentí la necesidad de volver", confiesa.
Regresó con treinta años. Desde entonces, ha recorrido pueblo a pueblo toda la provincia. Primero de forma casual y luego con método: "Me saqué un listado alfabético y me propuse ir uno por uno; comía allí, visitaba la iglesia, hablaba con algún vecino, investigaba su historia", describe. Así nació su proyecto: un retrato literario de cada uno de los 141 municipios alicantinos, escrito desde la ficción histórica. Ya ha completado unos 30, aunque cuenta con 68 títulos disponibles en Amazon.
Ficción histórica como puente emocional
Catral no escribe guías turísticas ni ensayos. Su propuesta literaria es la ficción histórica, con elementos fantásticos o mitológicos basados en el patrimonio, los mitos y las leyendas locales. "Siempre busco un detalle, una semilla: una fuente, una ruina romana, una leyenda... y de ahí construyo una trama".
Así nació, por ejemplo, El secreto del castillo de Alicante, su primer éxito fuera del género de ciencia ficción. O Las aspas de fuego sagrado, basado en una aparición celestial en Almoradí relacionada con San Andrés durante la reconquista cristiana. "Ese tipo de historias son perfectas para construir una novela tipo Juego de Tronos, donde lo real y lo fantástico se mezclan", explica el autor.
Los títulos dedicados a Alicante capital son los más numerosos: la explanada, el MARQ, el mercado central donde vivía su abuela, o el simbólico libro Alicante, centro del universo. Cada obra es una carta de amor a una tierra recuperada emocionalmente. "Para mí es una forma de volver y de conocer mi propia historia; mi apellido, Catral, es de origen íbero, así que me interesa llegar lo más atrás posible", confiesa.
Un modelo sostenible para escritores independientes
Cansado del modelo editorial tradicional, Catral optó por la autopublicación en Amazon tras recibir el consejo de una amiga escritora. "Antes era inviable: te pedían pagar correctores, maquetación, impresión, etcétera, y te devolvían las cajas llenas, así que perdías el dinero y te encontrabas con la casa llena de cajas, pero Amazon imprime bajo demanda y sin costes iniciales", relata sobre las facilidades que ha encontrado para poder desarrollar su pasión literaria.
Con esa fórmula ha podido dar rienda suelta a su vocación de narrador. "Tengo una metodología clara: empiezo por una premisa de tres o cuatro páginas, luego hago un índice con diez capítulos, cada uno con cuatro subcapítulos, y a partir de ahí escribo", detalla el autor. "Para mí, tener el índice es ya tener medio libro", destaca.
Una cartografía sentimental de la provincia
Más allá del desafío literario, su proyecto tiene un componente emocional y cultural evidente. "Cualquier persona del mundo que tenga un vínculo con un pueblo de Alicante podrá encontrar un libro que hable de su lugar, que lo conecte con su identidad, y eso no existía antes", describe. Es lo que a él le hubiese gustado tener cuando se encontraba fuera de la terreta.
Catral, cuyo apellido encarna, precisamente, el nombre de un pueblo alicantino, tiene previsto completar los 141 pueblos en dos o tres años. Todavía no ha escrito un libro sobre Catral y ese puede ser su próximo proyecto. "Aún no me he enfrentado a ese reto; cuando me sienta preparado, será para mí el más difícil y autoexigente de hacer", confiesa el escritor.
Cada título ronda las cien páginas, aunque algunos llegan a las trescientas. "Mi trabajo no es especialmente creativo, pero escribir me da vida", apunta. En sus noches libres, en silencio, con la provincia entera desplegada en la mente, Jorge Catral convierte su historia personal de desarraigo en una geografía fantástica de reencuentro.