ALICANTE. Un concierto solidario por la DANA ha provocado que Jero Romero se plante hoy en un escenario con su voz y su guitarra como únicos aliados. El cantautor cuenta a Alicante Plaza que estaba acostumbrado a arropar su música con banda, pero que un concierto acústico por los afectados del temporal del 29 de octubre de 2024 le hizo cambiar el enfoque. Así nace la gira de Mi vida en partes muy pequeñas, un acústico con el que el toledano visita hoy el paraninfo de la Universidad de Alicante. El EP, del mismo nombre, hospeda cuatro temas íntimos que suman 13 minutos, declarándole así una guerra "no voluntaria" a la grandeza.
- Tu concierto en Alicante es en el paraninfo de la UA. O sea, en un ambiente universitario. ¿Qué opinas de actuar en un espacio educativo?
- He tenido alguna experiencia, pero muy pocas. Me haría ilusión que, además del espacio, el público también fuera universitario porque, no nos vamos a engañar, normalmente la gente que viene a mis conciertos tiene más edad. Y creo que esta es una buena ocasión para acercar mi música a otro público. Es reconfortante que las universidades organicen este tipo de actividades.
- Dices que te gustaría que hubiera público universitario. ¿Qué puedes aportar a ese colectivo?
- Tengo mi propia manera de expresarme, en este caso, mediante canciones.
- Presentas Mi vida en partes muy pequeñas. Es un EP de 13 minutos y hasta esa duración y que no sea un LP casa con el concepto de no magnificar. Igual que los conciertos a pura voz y guitarra que estás dando. Cuéntame eso de declararle la guerra a la magnificencia...
- No es voluntario. Es un poco casual que salga el EP, que sean canciones cortas y que coincida con una gira tan acústica. Han coincidido en el tiempo, no suelo planificar estas cosas. Cada una tiene un por qué: el disco trata un tema recurrente en mi vida, que es el hecho de ir pensando poco a poco, siempre he dado pasos muy pequeños; la gira surgió así por casualidad, porque yo siempre he sido de banda, nunca he tocado solo. Pero hace un año di un concierto en solitario de tres canciones para apoyar a los afectados por la DANA, se creó algo especial y a la vez me planteé hacer una residencia en Madrid, que solo cabe en este formato.
- ¿Entonces te planteas que tu siguiente álbum sea más largo o vas a extender esa oda a lo breve?
- No tengo ni idea. Mi reto es escribir la siguiente canción. Soy muy libre, en el sentido de que no tengo presión ni para sacar discos ni para girar. No sé lo que voy a hacer ahora mismo...
- Comentabas que nunca habías actuado tan solo. Tú hace años formabas parte de The Sunday Drivers, ¿echas de menos estar en un grupo musical?
- En algunas cosas sí. Estar en un local con gente tocando es maravilloso y divertidísimo. Eso lo echo de menos. Pero hay un punto de añoranza, porque cuando te juntas siendo muy joven no hay ninguna meta; cuando te juntas ahora, más profesionalmente, se hace con objetivos muy concretos y esa inocencia del principio se pierde.
- ¿Crees que sigue quedando espacio para los cantautores o la época de los Joaquín Sabina ya pasó?
- Yo creo que siempre hay hueco para las canciones. Siempre habrá hueco para gente que haga música o aporte un lenguaje propio.
- He bicheado tu Instagram y veo que no eres muy de hacerte fotos, pero las sueles acompañar de un texto reflexivo. ¿Utilizas tus redes como diario íntimo, ciertamente abierto al público?
- Diario no porque escribo poquísimo. No sé cuántos posts he hecho este año, no muchos; mantengo Instagram como medio para promocionar mi música. Me incomoda bastante mostrarme, pero me gusta escribir. Entonces, cuando tengo las ganas o la necesidad me explayo más. Me muevo mucho por impulsos.