ALICANTE. La Conselleria de Cultura frena las pretensiones del equipo de gobierno de Alicante, el bipartito compuesto por PP y Cs, e impide el desarrollo de al menos una parte esencial de las actividades promocionales más significativas que había proyectado organizar en el Castillo de Santa Bárbara para incentivar las visitas durante esta campaña de verano. Justo la primera en la que el baluarte queda bajo la gestión directa del Patronato de Turismo, tras el nuevo reparto de competencias con la Concejalía de Cultura que comenzó a aplicarse el pasado mes de enero.
En concreto, en un informe emitido a finales de abril a consulta del Patronato de Turismo, la Dirección General de Patrimonio concluye que debe prevalecer la necesidad de preservar el baluarte, reconocido como Bien de Interés Cultural (BIC), frente a la posibilidad de organizar algunos eventos concebidos para atraer al público. Entre ellos, figuraba el desarrollo de un espectáculo basado en la instalación de luces led de colores, de carácter ornamental, así como el despliegue de videoproyecciones, que requería un montaje previo de un mes de duración. Se trata de un espectáculo que sí se ha podido presenciar en otros espacios y edificios que pertenecen al patrimonio público y que también están reconocidos como BIC, como el Jardín Botánico de Madrid.
A grandes rasgos, según fuentes consultadas, en ese informe, el departamento autonómico objetaba que no resulta necesaria la organización de actividades especiales que puedan llegar a afectar a la integridad patrimonial de la fortaleza (como, se apuntad, podría suceder con la instalación del cableado asociado a ese espectáculo) para atraer público, puesto que se trata de un espacio que ya cuenta con el suficiente potencial de movilización por su valor histórico, arquitectónico y cultural.
Así, la programación prevista por Turismo queda limitada por ahora en esencia a las actividades convencionales que se han venido desarrollando en años precedentes, como los habituales espectáculos de teatro y las actuaciones musicales, siempre sujetos a los protocolos de prevención frente a la covid que resulten preceptivos en cada momento.